La Jornada de Oriente
ARTURO ALFARO GALÁN
El ex presidente de México, Carlos Salinas de Gortari, es quien teje las alianzas coyunturales en el Partido Revolucionario Institucional (PRI) para que el actual gobernador del estado de México, Enrique Peña Nieto, se convierta en el próximo presidente de la nación, consideró el periodista Jenaro Villamil.
El regreso de Salinas a Los Pinos, dijo el escritor, es para terminar con el proyecto inconcluso que dejó el 30 de noviembre de 1994. “Parece que el trabajo de Peña Nieto es mostrar la cara de la modernidad, de una nueva clase política. Pero en realidad es el regreso de la dinastía más corrupta, conservadora y retardada del priismo”, apuntó ayer el periodista durante la presentación de su libro “Si yo fuera presidente. El reality show de Enrique Peña Nieto”, en la Universidad Iberoamericana (Ibero) Puebla.
Jenaro Villamil indicó que el estado de México “siempre ha sido clave” para el proyecto político de Carlos Salinas de Gortari, pues fue en esa entidad donde tejió “sus redes de ambición, corrupción y poder”, al establecer una alianza con el político empresario más influyente, Carlos Hank González, con el ex gobernador Arturo Montiel, y los priistas Emilio Emilio Chuayffet, Ignacio Pichardo y Humberto Benítez, entre otros.
“Hay hechos y elementos de prueba que comprueban que entre Salinas y Peña Nieto hay una red de violencia”, apuntó Villamil, quien calificó al actual gobernador del estado de México como el representante de los “Golden Boys”, que definió como un grupo elitista y minoritario de políticos que sólo buscan mejorar las apariencias, vender la vida privada, y ejercer un culto a la personalidad sobre los intereses y propuestas para los ciudadanos.
Jenaro Villamil, que estuvo acompañado por Roberto Ignacio Alonso Muñoz, académico de la Ibero y Aurelio Fernández Fuentes, director general de La Jornada de Oriente, expresó que si Peña Nieto se convierte en el próximo presidente de México, significará un retroceso para la política democrática y moderna para el país.
Detalló que desde que asumió su cargo como gobernador del estado de México, no se ha presentado ninguna propuesta legislativa para la protección a las mujeres. En cambio, señaló, ha privilegiado el trato con las dos televisoras: Televisa y TV Azteca, a las que acusó de “maquilar” un producto a conveniencia de sus intereses mediáticos.
En su turno, Roberto Alonso indicó que la obra de Villamil detalla los vínculos de Peña Nieto con grupos de poder al interior del PRI y, en especial, con los medios de comunicación, que le han permitido un dispendio de recursos públicos para el financiamiento de publicidad por un total de 3 mil 500 millones de pesos en los cuatro años de su gobierno.
“Además antepone su vida privada y consigue altos niveles de popularidad entre el sector femenino, que le dará su respaldo para conseguir la candidatura para la presidencia de la República en el próximo sexenio; mientras que ‘entierra’ los escándalos de su gobierno como la represión en San Salvador Atenco”, apuntó.
Por último, Aurelio Fernández, calificó de “inmoral” e “indignante” el gasto de recursos públicos para la promoción de Peña Nieto en su camino para llegar a Los Pinos. Y planteó a los estudiantes pensar sobre el futuro del país con una clase política que derrocha en imagen y no en la mejora de la calidad de vida de los ciudadanos.
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