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22 de octubre de 2009

Personaje singular

Milenio Puebla
DE LETRAS
María Torres Ponce
2009-10-22•Cultura
Escribir de Xavier Villaurrutia es escribir de sensualidad, que hace de su poesía una aportación perenne en todos los tiempos, porque él hizo un tiempo al lado Carlos Pellicer, Jaime Torres Bodet, José Gorostiza, Enrique González Rojo, Bernardo Ortiz de Montellano, Salvador Novo, Jorge Cuesta y Gilberto Owen, intelectuales que participaron en la revista Contemporáneos con sus ideas modernistas para incorporar a México con la universalidad del mundo, como resultado de la tarea educativa que José Vasconcelos había iniciado después de la Revolución Mexicana; y alcanzó su objetivo para que nuestro país también estuviera presente.
Recordar a Villaurrutia, es recordar el amor que invita a leer, su voz que seduce con esa sensualidad que lo caracteriza y al mismo tiempo detiene la palabra antes de que sea capturada y culpada por la emoción que descubre la verdad, en donde ese amor, como una enfermedad incurable, se oculta con rigurosa inteligencia.
Pero la muerte también es conmemorarlo. La muerte como una noche desolada de silencios escritos que reverberan en el eco; las imágenes que retan y cautivan a la vida en un diálogo retórico, en donde la nostalgia convive como un gemido que alcanza y sepulta a las dos.
El contacto con la obra de Ramón López Velarde influyó en su desarrollo poético y recurrió al simbolismo, precisamente para expresar su mundo interior, para demostrar que siempre hay una realidad escondida; que si no es posible conocer o revelarla, por lo menos se intuye.
Así que al leer a Villaurrutia es probable descubrir los rasgos de su personalidad censurada.
Quizás por esta razón en su producción literaria asisten los temas del amor, la muerte, la nostalgia, el deseo, la oscuridad, pero también el reflejo del mar y la esperanza que se revela latente de engendrar una respuesta. No obstante, deja la duda, la suelta en el tiempo y espacio de su poesía, para ratificar y rectificar esa condena de vivir y morir fuera de los cánones establecidos y permitidos por la sociedad.
Xavier se escribe con "equis" del México de su tiempo y del nuestro; el de ahora, que es distante pero quizás no tan distinto.
Por eso lo recuerdo en estas líneas, en esta época de deslealtades y traiciones sociales, sólo para rememorar a quien destacó en la poesía, la dramaturgia, el ensayo y la crítica, además de ser dibujante y promotor tanto de las artes plásticas como del cine.
Por eso es considerado un personaje singular, por su inteligencia y talento y por la influencia que ha tenido no sólo en su época, en la primera mitad del siglo pasado, sino hasta la fecha.

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