Por tercer año consecutivo se celebra el Día de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla, tal como lo decretó el Congreso del Estado en su sesión del 23 de noviembre de 2006, cuando la Máxima Casa de Estudios celebró el cincuentenario de su autonomía, como un reconocimiento al trabajo de las generaciones que, a lo largo de 431 años, han contribuido al desarrollo de las ciencias, las humanidades y las artes.
Llegados los jesuitas a la ciudad de Puebla, fundaron en 1578 el Colegio de San Jerónimo –ubicado en lo que hoy es la Facultad de Psicología- y nueve años más tarde el Colegio del Espíritu Santo, donde se impartieron estudios de Derecho, Filosofía, Teología y Ciencias Naturales, convirtiéndose en el centro de la educación para el este y sureste del país.
Después de la expulsión de los jesuitas de todos los territorios del imperio español, la Institución cambió su nombre por el de Real Colegio Carolino, en honor al rey Carlos III, de donde adoptó el nombre el edificio central de la Universidad.
Otros nombres tuvo la Institución a finales del siglo XVIII e inicios del XIX, hasta que en 1825 se decretó su secularización con el nombre de Colegio del estado y que mantuvo hasta el 23 de abril de 1937, cuando se transformó en Universidad de Puebla, mismo que cambió por el de Universidad Autónoma de Puebla el 23 de noviembre de 1956.
A partir de su vida autónoma y, sobre todo, con la reforma universitaria de 1963 y su consolidación en 1973, la universidad emprendió un camino que superó la tarea docente para sentar las bases de la investigación científica y tecnológica y la vinculación con todos los sectores sociales.
Hoy, gracias al trabajo conjunto de las autoridades universitarias, investigadores, docentes, alumnos y trabajadores, la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla se ubica en los primeros lugares nacionales, con un gran prestigio internacional por la calidad de sus programas y la trascendencia de su investigación científica.
La BUAP es la primera de las cinco macrouniversidades de México en tener el cien por ciento de sus alumnos cursando estudios con programas de alta calidad nacional, hecho que recientemente la hizo acreedora al Premio a la Excelencia Académica por parte de la SEP federal.
En el campo de la investigación, desde hace más de diez años sus investigadores han participado en proyectos internacionales, el más reciente: el Alice, que forma parte del Gran Colisionador de Hadrones (LHC), encabezado por el Centro Europeo de Investigaciones Nucleares, el mayor proyecto científico actual a nivel mundial.
El proceso de regionalización ha llevado educación superior a la mayor parte del territorio poblano. Además de las unidades académicas ubicadas desde hace más de 20 años en Tecamachalco, Atlixco y Teziutlán, hoy la BUAP cuenta con unidades regionales en: Chignahuapan, Tetela de Ocampo, Cuetzalan, Zacapoaxtla, Tlatlauquitepec, Libres, Acatzingo, Tehuacán y Chiautla de Tapia.
El incremento en su infraestructura física ha respondido a este compromiso con la calidad, donde los estudiantes son la parte fundamental del quehacer universitario.
La libertad de cátedra, la pluralidad del pensamiento y el compromiso con la transformación de la sociedad guiaron el trabajo de los universitarios de ayer y orientan el quehacer de los universitarios de hoy.
Por tercer año consecutivo se celebra el Día de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla, tal como lo decretó el Congreso del Estado en su sesión del 23 de noviembre de 2006, cuando la Máxima Casa de Estudios celebró el cincuentenario de su autonomía, como un reconocimiento al trabajo de las generaciones que, a lo largo de 431 años, han contribuido al desarrollo de las ciencias, las humanidades y las artes.
Llegados los jesuitas a la ciudad de Puebla, fundaron en 1578 el Colegio de San Jerónimo –ubicado en lo que hoy es la Facultad de Psicología- y nueve años más tarde el Colegio del Espíritu Santo, donde se impartieron estudios de Derecho, Filosofía, Teología y Ciencias Naturales, convirtiéndose en el centro de la educación para el este y sureste del país.
Después de la expulsión de los jesuitas de todos los territorios del imperio español, la Institución cambió su nombre por el de Real Colegio Carolino, en honor al rey Carlos III, de donde adoptó el nombre el edificio central de la Universidad.
Otros nombres tuvo la Institución a finales del siglo XVIII e inicios del XIX, hasta que en 1825 se decretó su secularización con el nombre de Colegio del estado y que mantuvo hasta el 23 de abril de 1937, cuando se transformó en Universidad de Puebla, mismo que cambió por el de Universidad Autónoma de Puebla el 23 de noviembre de 1956.
A partir de su vida autónoma y, sobre todo, con la reforma universitaria de 1963 y su consolidación en 1973, la universidad emprendió un camino que superó la tarea docente para sentar las bases de la investigación científica y tecnológica y la vinculación con todos los sectores sociales.
Hoy, gracias al trabajo conjunto de las autoridades universitarias, investigadores, docentes, alumnos y trabajadores, la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla se ubica en los primeros lugares nacionales, con un gran prestigio internacional por la calidad de sus programas y la trascendencia de su investigación científica.
La BUAP es la primera de las cinco macrouniversidades de México en tener el cien por ciento de sus alumnos cursando estudios con programas de alta calidad nacional, hecho que recientemente la hizo acreedora al Premio a la Excelencia Académica por parte de la SEP federal.
En el campo de la investigación, desde hace más de diez años sus investigadores han participado en proyectos internacionales, el más reciente: el Alice, que forma parte del Gran Colisionador de Hadrones (LHC), encabezado por el Centro Europeo de Investigaciones Nucleares, el mayor proyecto científico actual a nivel mundial.
El proceso de regionalización ha llevado educación superior a la mayor parte del territorio poblano. Además de las unidades académicas ubicadas desde hace más de 20 años en Tecamachalco, Atlixco y Teziutlán, hoy la BUAP cuenta con unidades regionales en: Chignahuapan, Tetela de Ocampo, Cuetzalan, Zacapoaxtla, Tlatlauquitepec, Libres, Acatzingo, Tehuacán y Chiautla de Tapia.
El incremento en su infraestructura física ha respondido a este compromiso con la calidad, donde los estudiantes son la parte fundamental del quehacer universitario.
La libertad de cátedra, la pluralidad del pensamiento y el compromiso con la transformación de la sociedad guiaron el trabajo de los universitarios de ayer y orientan el quehacer de los universitarios de hoy.
Boletín de la UAP
Festeja BUAP 53 años de autonomía universitaria
Domingo 22 de Noviembre de 2009
Por tercer año se celebra el Día de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla, tal como lo decretó el Congreso del Estado en su sesión del 23 de noviembre de 2006, cuando la Máxima Casa de Estudios de la entidad poblana celebró el cincuentenario de su autonomía, como un reconocimiento al trabajo de las generaciones que, a lo largo de 431 años, han contribuido al desarrollo de las ciencias, las humanidades y las artes.
Llegados los jesuitas a la ciudad de Puebla, fundaron, en 1578 el Colegio de San Jerónimo –ubicado en lo que hoy es la Facultad de Psicología- y nueve años más tarde, el Colegio del Espíritu Santo, donde se impartieron estudios de derecho, filosofía, teología y ciencias naturales, convirtiéndose en el centro de la educación para el este y sureste del país.
Después de la expulsión de los jesuitas de todos los territorios del imperio español, la Institución cambió su nombre por la de Real Colegio Carolino, en honor al rey Carlos III, de donde adoptó el nombre el edificio central de la Universidad.
Otros nombres tuvo la Institución a finales del siglo XVIII e inicios del XIX hasta que en 1825 se decretara su secularización con el nombre de Colegio del Estado, que mantuvo hasta el 23 de abril de 1937, cuando se transformó en Universidad de Puebla, mismo que cambió por el de Universidad Autónoma de Puebla, el 23 de noviembre de 1956.
A partir de su vida autónoma y, sobre todo, con la Reforma Universitaria de 1963 y su consolidación en 1973, la Universidad emprendió un camino que superó la tarea docente, para sentar las bases de la investigación científica y tecnológica y la vinculación con todos los sectores sociales.
Hoy, gracias al trabajo conjunto de las autoridades universitarias, investigadores, docentes, los alumnos y trabajadores, la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla se ubica en los primeros lugares nacionales, con un gran prestigio internacional, por la calidad de sus programas y la trascendencia de su investigación científica.
La BUAP es la primera de las cinco macrouniversidades de México en tener el cien por ciento de sus alumnos cursando estudios con programas calificados como de alta calidad nacional, hecho que recientemente la hizo acreedora al Premio a la Excelencia Académica por parte de la SEP federal.
En el campo de la investigación, desde hace más de diez años sus investigadores han participado en proyectos internacionales; el más reciente el Alice, que forma parte del Gran Colisionador de Hadrones (LHC), encabezado por el Centro Europeo de Investigaciones Nucleares, el mayor proyecto científico actual a nivel mundial.
El proceso de regionalización ha llevado la educación superior a la mayor parte del territorio poblano. Además de las unidades académicas ubicadas desde hace más de 20 años en Tecamachalco, Atlixco y Teziutlán, hoy la BUAP cuenta con unidades regionales en: Chignahuapan, Tetela de Ocampo, Cuetzalan, Zacapoaxtla, Tlatlauquitepec, Libres, Acatzingo, Tehuacán y Chiautla de Tapia.
El incremento en su infraestructura física ha respondido a este compromiso con la calidad, donde los estudiantes son la parte fundamental del quehacer universitario. Más aulas, laboratorios, talleres, bibliotecas, áreas de convivencia y el Complejo Cultural Universitario, constituyen espacios para un mejor desarrollo de las actividades sustantivas de la BUAP: docencia, investigación y extensión universitaria.
La libertad de cátedra, la pluralidad del pensamiento y el compromiso con la transformación de la sociedad, guiaron el trabajo de los universitarios de ayer y orientan el quehacer de los universitarios de hoy.
Eco
vv
Festeja BUAP 53 años deautonomía universitaria
*23 de noviembre “Día de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla”
Por tercer año se celebra el Día de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla, tal como lo decretó el Congreso del Estado en su sesión del 23 de noviembre de 2006, cuando la Máxima Casa de Estudios de la entidad poblana celebró el cincuentenario de su autonomía, como un reconocimiento al trabajo de las generaciones que, a lo largo de 431 años, han contribuido al desarrollo de las ciencias, las humanidades y las artes.
Llegados los jesuitas a la ciudad de Puebla, fundaron, en 1578 el Colegio de San Jerónimo –ubicado en lo que hoy es la Facultad de Psicología- y nueve años más tarde, el Colegio del Espíritu Santo, donde se impartieron estudios de derecho, filosofía, teología y ciencias naturales, convirtiéndose en el centro de la educación para el este y sureste del país.
Después de la expulsión de los jesuitas de todos los territorios del imperio español, la Institución cambió su nombre por la de Real Colegio Carolino, en honor al rey Carlos III, de donde adoptó el nombre el edificio central de la Universidad.
Otros nombres tuvo la Institución a finales del siglo XVIII e inicios del XIX hasta que en 1825 se decretara su secularización con el nombre de Colegio del Estado, que mantuvo hasta el 23 de abril de 1937, cuando se transformó en Universidad de Puebla, mismo que cambió por el de Universidad Autónoma de Puebla, el 23 de noviembre de 1956.
A partir de su vida autónoma y, sobre todo, con la Reforma Universitaria de 1963 y su consolidación en 1973, la Universidad emprendió un camino que superó la tarea docente, para sentar las bases de la investigación científica y tecnológica y la vinculación con todos los sectores sociales.
Hoy, gracias al trabajo conjunto de las autoridades universitarias, investigadores, docentes, los alumnos y trabajadores, la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla se ubica en los primeros lugares nacionales, con un gran prestigio internacional, por la calidad de sus programas y la trascendencia de su investigación científica.
La BUAP es la primera de las cinco macrouniversidades de México en tener el cien por ciento de sus alumnos cursando estudios con programas calificados como de alta calidad nacional, hecho que recientemente la hizo acreedora al Premio a la Excelencia Académica por parte de la SEP federal.
En el campo de la investigación, desde hace más de diez años sus investigadores han participado en proyectos internacionales; el más reciente el Alice, que forma parte del Gran Colisionador de Hadrones (LHC), encabezado por el Centro Europeo de Investigaciones Nucleares, el mayor proyecto científico actual a nivel mundial.
El proceso de regionalización ha llevado la educación superior a la mayor parte del territorio poblano. Además de las unidades académicas ubicadas desde hace más de 20 años en Tecamachalco, Atlixco y Teziutlán, hoy la BUAP cuenta con unidades regionales en: Chignahuapan, Tetela de Ocampo, Cuetzalan, Zacapoaxtla, Tlatlauquitepec, Libres, Acatzingo, Tehuacán y Chiautla de Tapia.
El incremento en su infraestructura física ha respondido a este compromiso con la calidad, donde los estudiantes son la parte fundamental del quehacer universitario. Más aulas, laboratorios, talleres, bibliotecas, áreas de convivencia y el Complejo Cultural Universitario, constituyen espacios para un mejor desarrollo de las actividades sustantivas de la BUAP: docencia, investigación y extensión universitaria.
Festeja BUAP 53 años de
autonomía universitaria
*23 de noviembre “Día de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla”
Por tercer año se celebra el Día de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla, tal como lo decretó el Congreso del Estado en su sesión del 23 de noviembre de 2006, cuando la Máxima Casa de Estudios de la entidad poblana celebró el cincuentenario de su autonomía, como un reconocimiento al trabajo de las generaciones que, a lo largo de 431 años, han contribuido al desarrollo de las ciencias, las humanidades y las artes.
Llegados los jesuitas a la ciudad de Puebla, fundaron, en 1578 el Colegio de San Jerónimo –ubicado en lo que hoy es la Facultad de Psicología- y nueve años más tarde, el Colegio del Espíritu Santo, donde se impartieron estudios de derecho, filosofía, teología y ciencias naturales, convirtiéndose en el centro de la educación para el este y sureste del país.
Después de la expulsión de los jesuitas de todos los territorios del imperio español, la Institución cambió su nombre por la de Real Colegio Carolino, en honor al rey Carlos III, de donde adoptó el nombre el edificio central de la Universidad.
Otros nombres tuvo la Institución a finales del siglo XVIII e inicios del XIX hasta que en 1825 se decretara su secularización con el nombre de Colegio del Estado, que mantuvo hasta el 23 de abril de 1937, cuando se transformó en Universidad de Puebla, mismo que cambió por el de Universidad Autónoma de Puebla, el 23 de noviembre de 1956.
A partir de su vida autónoma y, sobre todo, con la Reforma Universitaria de 1963 y su consolidación en 1973, la Universidad emprendió un camino que superó la tarea docente, para sentar las bases de la investigación científica y tecnológica y la vinculación con todos los sectores sociales.
Hoy, gracias al trabajo conjunto de las autoridades universitarias, investigadores, docentes, los alumnos y trabajadores, la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla se ubica en los primeros lugares nacionales, con un gran prestigio internacional, por la calidad de sus programas y la trascendencia de su investigación científica.
La BUAP es la primera de las cinco macrouniversidades de México en tener el cien por ciento de sus alumnos cursando estudios con programas calificados como de alta calidad nacional, hecho que recientemente la hizo acreedora al Premio a la Excelencia Académica por parte de la SEP federal.
En el campo de la investigación, desde hace más de diez años sus investigadores han participado en proyectos internacionales; el más reciente el Alice, que forma parte del Gran Colisionador de Hadrones (LHC), encabezado por el Centro Europeo de Investigaciones Nucleares, el mayor proyecto científico actual a nivel mundial.
El proceso de regionalización ha llevado la educación superior a la mayor parte del territorio poblano. Además de las unidades académicas ubicadas desde hace más de 20 años en Tecamachalco, Atlixco y Teziutlán, hoy la BUAP cuenta con unidades regionales en: Chignahuapan, Tetela de Ocampo, Cuetzalan, Zacapoaxtla, Tlatlauquitepec, Libres, Acatzingo, Tehuacán y Chiautla de Tapia.
El incremento en su infraestructura física ha respondido a este compromiso con la calidad, donde los estudiantes son la parte fundamental del quehacer universitario. Más aulas, laboratorios, talleres, bibliotecas, áreas de convivencia y el Complejo Cultural Universitario, constituyen espacios para un mejor desarrollo de las actividades sustantivas de la BUAP: docencia, investigación y extensión universitaria.
Eco
Festeja BUAP 53 años de
autonomía universitaria
*23 de noviembre “Día de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla”
Por tercer año se celebra el Día de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla, tal como lo decretó el Congreso del Estado en su sesión del 23 de noviembre de 2006, cuando la Máxima Casa de Estudios de la entidad poblana celebró el cincuentenario de su autonomía, como un reconocimiento al trabajo de las generaciones que, a lo largo de 431 años, han contribuido al desarrollo de las ciencias, las humanidades y las artes.
Llegados los jesuitas a la ciudad de Puebla, fundaron, en 1578 el Colegio de San Jerónimo –ubicado en lo que hoy es la Facultad de Psicología- y nueve años más tarde, el Colegio del Espíritu Santo, donde se impartieron estudios de derecho, filosofía, teología y ciencias naturales, convirtiéndose en el centro de la educación para el este y sureste del país.
Después de la expulsión de los jesuitas de todos los territorios del imperio español, la Institución cambió su nombre por la de Real Colegio Carolino, en honor al rey Carlos III, de donde adoptó el nombre el edificio central de la Universidad.
Otros nombres tuvo la Institución a finales del siglo XVIII e inicios del XIX hasta que en 1825 se decretara su secularización con el nombre de Colegio del Estado, que mantuvo hasta el 23 de abril de 1937, cuando se transformó en Universidad de Puebla, mismo que cambió por el de Universidad Autónoma de Puebla, el 23 de noviembre de 1956.
A partir de su vida autónoma y, sobre todo, con la Reforma Universitaria de 1963 y su consolidación en 1973, la Universidad emprendió un camino que superó la tarea docente, para sentar las bases de la investigación científica y tecnológica y la vinculación con todos los sectores sociales.
Hoy, gracias al trabajo conjunto de las autoridades universitarias, investigadores, docentes, los alumnos y trabajadores, la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla se ubica en los primeros lugares nacionales, con un gran prestigio internacional, por la calidad de sus programas y la trascendencia de su investigación científica.
La BUAP es la primera de las cinco macrouniversidades de México en tener el cien por ciento de sus alumnos cursando estudios con programas calificados como de alta calidad nacional, hecho que recientemente la hizo acreedora al Premio a la Excelencia Académica por parte de la SEP federal.
En el campo de la investigación, desde hace más de diez años sus investigadores han participado en proyectos internacionales; el más reciente el Alice, que forma parte del Gran Colisionador de Hadrones (LHC), encabezado por el Centro Europeo de Investigaciones Nucleares, el mayor proyecto científico actual a nivel mundial.
El proceso de regionalización ha llevado la educación superior a la mayor parte del territorio poblano. Además de las unidades académicas ubicadas desde hace más de 20 años en Tecamachalco, Atlixco y Teziutlán, hoy la BUAP cuenta con unidades regionales en: Chignahuapan, Tetela de Ocampo, Cuetzalan, Zacapoaxtla, Tlatlauquitepec, Libres, Acatzingo, Tehuacán y Chiautla de Tapia.
El incremento en su infraestructura física ha respondido a este compromiso con la calidad, donde los estudiantes son la parte fundamental del quehacer universitario. Más aulas, laboratorios, talleres, bibliotecas, áreas de convivencia y el Complejo Cultural Universitario, constituyen espacios para un mejor desarrollo de las actividades sustantivas de la BUAP: docencia, investigación y extensión universitaria.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario