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13 de noviembre de 2009

Sobreviven ex trabajadores de LFC en Nuevo Nexaca usando un fondo de jubilados

La Jornada de Oriente
Protestas en Nuevo Necaxa
/ Foto Arturo Alfaro Galán
ARTURO ALFARO GALAN
Integrantes de la división Nuevo Necaxa del Sindicato Mexicano de Electricistas (SME) revelaron que desde hace unos días comenzaron a utilizar el fondo sindical de aportaciones voluntarias de los jubilados, con la intención de mantener la alimentación y gastos de representación de los electricistas más necesitados, luego de que el mes pasado el gobierno federal emitió el decreto de extinción de Luz y Fuerza del Centro (LFC).
Además, denunciaron que la administración federal del presidente Felipe Calderón Hinojosa comenzó “una campaña negra” para buscar que los electricistas cobren –a base de mentiras– su liquidación con la extinta LFC, por lo que exigieron a las autoridades de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS) “dejar de jugar con la pobreza y necesidad de las personas”.
Miguel Ángel Montiel Eslava, subsecretario del exterior de la división Nuevo Necaxa del SME, apuntó que han detectado a cinco personas que intentan engañar a los electricistas para cobrar su última semana. “Es una mentira para que vayan a la oficina de cobro y acepten su liquidación, porque algunos compañeros ya han ido. Ahí es cuando los responsables del cobro les dan los documentos con los que terminan su relación laboral con la empresa y ceden sus derechos como trabajadores”, abundó en entrevista para La Jornada de Oriente.
El subsecretario del exterior del SME puntualizó que desde hace unos días los ex trabajadores –que estaban en activo– comenzaron a utilizar las aportaciones voluntarias de al menos 300 jubilados y pensionados de LFC, quienes han donado semanalmente cuotas de entre 200 y mil pesos.
“Todo ese dinero lo usamos para preparar los alimentos en el comedor colectivo de los trabajadores, para comprar el material que utilizamos, las mantas y las cartulinas. Incluso a algunos trabajadores se les coopera con una aportación mínima para que lleven un poco de dinero a sus casas”, reiteró Montiel Eslava, al indicar que en Nuevo Necaxa existen alrededor de 900 trabajadores jubilados, de los que sólo han cooperado 300 individuos.
Al respecto, Virgilio Uribe Santos, ex subsecretario general del SME en Nuevo Necaxa y jubilado desde hace 30 años, lamentó que el gobierno federal no haya entablado el diálogo con los electricistas, luego de los reclamos masivos que se realizaron ayer en el país.
“El gobierno está haciendo puras atrocidades, y es urgente que alguien lo pare, que le digan a Felipe Calderón que lo que ha hecho con los electricistas, con el aumento de los impuestos, es una medida que sólo beneficia a los ricos y que aleja a los pobres de sus sueños, de sus aspiraciones. Realmente preocupa que el gobierno esté actuando de forma indebida y que no ha mostrado la madurez necesaria para acudir a un diálogo”, apuntó.
El ex líder sindical durante el periodo de 1957 a 1959 puntualizó que durante los 94 años que lleva el gremio, “jamás se había presentado una situación como esta”, por lo que previó que los electricistas estarán dispuestos a sumarse a la huelga nacional indefinida, para exigir su reinstalación en los puestos de trabajo.

Pronto se acabará el comercio de Nuevo Necaxa
De acuerdo con Miguel Ángel Montiel Eslava, subsecretario del exterior del SME, si los trabajadores de la compañía LFC continúan sin laborar en la empresa, la economía local de la junta auxiliar de Nuevo Necaxa, en el municipio de Juan Galindo –donde está ubicada la industria generadora de electricidad– “acabará con el pueblo”, pues 90 por ciento del comercio depende de los ex empleados.
Lo peor que le puede pasar, consideró, es que esto se convierta en un pueblo fantasma, donde todos los habitantes tengan que salir de aquí para buscar algún empleo en las comunidades más cercanas. “En algunos casos ya está sucediendo, pero afortunadamente aún resistimos a dejar nuestro pueblo, que nos vio nacer a muchos de nosotros”.
En un recorrido de La Jornada de Oriente las calles de Nuevo Necaxa se llenaron de puestos ambulantes debido al tianguis que se realiza todos los jueves desde hace 10 años.
En el lugar, los comerciantes ofrecen en remate todos sus productos que van desde verduras, legumbres, carnes hasta ropa y aparatos electrodomésticos de uso, como televisores, planchas y microondas.
“Estamos rematando lo que podemos, lo que está en condiciones de poderse vender, porque desgraciadamente no tenemos para comer, y eso nos va a obligar a irnos de aquí. Nosotros venimos de comunidades cercanas y aquí encontrábamos a buenos clientes, porque tenían los recursos, pero ahora las cosas han cambiado”, aduce Felipe Carrizales, vendedor de ropa y frutas de temporada, al indicar que las ventas del tianguis en Nuevo Necaxa han disminuido hasta un 40 por ciento.

La huelga podría estallar en 15 días
Miembros del Sindicato Mexicano de Electricistas emplazaron al gobierno federal para que a más tardar en 15 días se solucionen sus demandas –que incluyen la derogación del decreto presidencial por el que se extingue a la compañía Luz y Fuerza del Centro–, pues de lo contrario se sumarán a la huelga nacional, convocada por el líder de los electricistas Martín Esparza Flores.
Destacaron que entre las acciones de resistencia civil a realizarse están: la toma indefinida de las carreteras y casetas de cuota de las regiones de Huauchinango, Xicotepec de Juárez, Chignahuapan, Querétaro, Veracruz y Tlaxcala, las cuales comunican a esta zona; asimismo, anunciaron el cierre de oficinas de gobierno, escuelas y hospitales.

Corretean electricistas pipa de agua
Ayer los electricistas postrados en las afueras de la subestación de El Salto, en Nuevo Necaxa, prohibieron la entrada de una pipa de agua, que pretendía abastecer a los 18 elementos de la Policía Federal que permanecen dentro de la paraestatal desde el pasado 5 de noviembre, cuando los ex empleados de LFC tomaron el control de la caseta de vigilancia del inmueble.
Entre empujones y gritos entre los ex trabajadores y los policías federales, el chofer de la pipa de agua optó por abandonar el lugar sin proveer del líquido a los uniformados.
“El acuerdo con los policías federales fue que les podían pasar alimento, pero jamás se mencionó el abastecimiento de agua. Si quieren agua, se van a tener que salir. Nosotros tenemos que aguantar lo más que se pueda. Esta es una lucha para ver quién puede más, y aunque no tengamos ni para tragar, es necesario que todos nos unamos”, finalizaron los electricistas

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