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10 de enero de 2010

“No vamos a decir que cada 100 años se hace una revolución”


Reportaje: Guerrero/Ejército Revolucionario del Pueblo Insurgente
El comandante Ramiro, asesinado en noviembre pasado, describió semanas antes de morir la tensa situación en la Montaña de Guerrero, una de las zonas del país donde el gobierno vigila la posibilidad de un alzamiento este 2010.
Chilpancingo. El cadáver de Omar Guerrero Solís apareció en una fosa clandestina el pasado 20 de noviembre, aniversario de la Revolución Mexicana. Unas semanas antes, el guerrillero conocido como comandante Ramiro, quien primero militó en las filas del EPR y luego en las del ERPI, concedió la que sería su última entrevista al escritor estadunidense John Gibler.

Gibler, autor del libro México no conquistado —que será traducido y publicado el verano próximo en México por la editorial Debate—, entregó a MILENIO la grabación de esta conversación ocurrida en algún lugar de la Montaña de Guerrero. En ella, Ramiro, quien fue ejecutado al estilo de la mafia, habla sobre batallas ignoradas, planes insurreccionales para este 2010, la vigencia de la lucha armada y de su propio paso de campesino a miliciano.

En la entrevista, brindada en la clandestinidad, Ramiro revela la existencia de enfrentamientos previos entre la columna de hombres armados bajo su mando y soldados del Ejército que participaron en una incursión a la comunidad guerrerense de Puerto Las Ollas, en la cual, de acuerdo con un amplio reportaje publicado el 9 de julio por The Washington Post, hubo actos de tortura contra los pobladores.

Armas y flores

Las incursiones a esta población enclavada en la agreste serranía, han continuado. El 19 y 20 de diciembre organizaciones no gubernamentales reportaron la más reciente, en la cual, un grupo de soldados realizó cateos y recorridos “buscando a los que se quieren levantar en armas en 2010”, según testimonios recopilados.

Ramiro narra en la entrevista con Gibler y otras personas, que el tiroteo entre su columna y el Ejército se dio fuera de la comunidad de Puerto Las Ollas y en una circunstancia similar a la del enfrentamiento sucedido el 7 de junio de 1998, en la comunidad de El Charco, municipio Ayutla de los Libres, donde también estuvo presente el guerrillero. “Los pobladores (de Puerto Las Ollas) no dispararon pues, ahí están sus hijos. Pero el monte es otra cosa. Nos persiguieron al monte y esa vez si se dio”, dice Ramiro.

—Lo acusan de asesino —le replica el escritor al guerrillero.

—¿Cómo vamos a enfrentar al Ejército, con flores? No. En los enfrentamientos algunos cayeron. Si de eso me acusan, acepto. Pero nada de civiles, ni secuestros ni violación, como se ha acusado en la prensa.

Batallas desconocidas

De acuerdo con el relato ofrecido por Ramiro, por lo menos fueron dos los soldados que murieron en ese enfrentamiento, el cual no se menciona en ninguno de los registros oficiales públicos de la Secretaría de la Defensa Nacional.

Lo que narra el fallecido guerrillero del ERPI parece el parte de una guerra desconocida que se libra en aldeas lejanas de Guerrero: “Se respondió en una manera muy contundente, pues, solamente para que dejaran de perseguir a la gente. Fue autodefensa. Fue el primer día. Se pone en contención porque iban rodeando los cerros y se da otro choque. Y otra columna del Ejército también quería entrar por otro lado y también la paramos. Ya no siguieron a la gente, ni a nadie.”

Vivir bien

Sobre las críticas lanzadas contra el ERPI por algunos ex guerrilleros que participan en el gobierno de Zeferino Torreblanca y que consideran anacrónica la vía armada, Ramiro responde: “Lo dicen porque ellos ya viven bien. Otros lo dicen porque nunca de veras estuvieron entregados a una lucha por su pueblo, porque quien de veras lucha por un cambio, así sea lucha armada o como sea, da la vida por él, y no nada más lo dice. A lo mejor tendrán algún puestecito por ahí, tendrán algunas comodidades que mucha de la inmensa mayoría de nuestros hermanos mexicanos no las tienen.

“Si existe un movimiento armado es porque hay las condiciones para eso, hay pobreza, hay injusticia, hay represión. Por eso se da. No se da nada más por gusto... ”.

La gente se enfada

—¿Las comunidades no tienen mas opciones?

— Pues se están cerrando las puertas porque si el pueblo quiere elegir a un candidato o elegir a alguien para un puesto y ese candidato o ese funcionario llega ahí y no cumple con lo que dijo en la campaña o con lo que la gente quiere y así se da siempre, todo el tiempo, tanto y la gente se enfada como es el caso de nosotros.

Yo no nací guerrillero, no nací armado: fue la represión, la injusticia, la pobreza lo que nos orilló a esto. No es nada mas por gusto que yo voy a agarrar un arma y me voy al monte. Aquí se duerme en el campo, en la lluvia, sin comer, cansado pero siempre con la idea de que un día la cosa sea mejor para todos.

Marcos y el año 2010

Ramiro asegura en la entrevista que el ERPI cuenta con una base social amplia, no sólo en Guerrero, sino también en otros estados del país.

Sobre Marcos, portavoz del EZLN, dice: “Cuando dice que hay que mandar obedeciendo, eso realmente fue, es para mí algo muy importante, que incluso nosotros a lo mejor lo estábamos haciendo así parecido pero no lo habíamos puesto nombre, digamos”. Luego concluye enigmáticamente, diciendo: “Pero ahorita no puedo decir mas”.

Sobre la mística de alzamiento armado alrededor de 2010, en el Bicentenario de la Independencia y centenario de la Revolución, el guerrillero menciona: “No vamos a decir que cada cien años, como se dice, se hace una revolución. Eso no creo que ahora va a ser así, pero de que se acerca el momento, se acerca. Y si otro movimiento le entra, ahora si que a los balazos y le tenemos que entrar, o sea vamos a entrarle todos a apoyar, porque no podemos permitir que el pueblo sea masacrado. Tenemos que entrarle.

Pero no tenemos planes, ahora en lo que yo sé, de decir: ´ahora vamos en esa fecha’”.

Todos eran de una sola familia

Entre los cinco ejecutados encontrados en Tecpan de Galeana se encuentra un ex militar, quien fue identificado por sus familiares, resultando así que los cinco muertos eran miembros de una sola familia.

Los cuerpos, que presentaban impactos de arma de fuego y estaban atados de mano y pies y vendados de los ojos, fueron reclamados por sus parientes, quienes el 31 de diciembre los buscaron en las corporaciones policíacas, donde los reportaron como desaparecidos.

Fueron identificados como Adain e Iván Abarca Morales, de 22 y 24 años, respectivamente; su primo, Víctor Flores Morales, de 34 años, todos vecinos de la colonia de El PRI y originarios de la localidad Tierra Blanca, en la Sierra de Tecpan. Asimismo, se identificó a José Luis Abarca Radilla, un ex soldado que intentó ingresar el año pasado a la Policía Municipal de Atoyac y radicó en el Ticui.

El otro ejecutado fue reconocido como Odolio Abarca Morales, de 27 años, también vecino de Tierra Blanca, en la Sierra de Tecpan. Los cinco cuerpos fueron enterrados a un costado de la carretera que va hacia la comunidad del Balcón, en Tecpan de Galeana.

Dos grupos de la policía estatal, en coordinación con elementos de la Policía Ministerial del Estado y Policía Preventiva Municipal,fueron los que descubrieron la fosa clandestina el miércoles pasado (Guerrero. De la corresponsalía)

Diego Enrique Osorno, enviado

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