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14 de septiembre de 2009

Gasea policía pahuatleca a pobladores que reclaman agua

13/Septiembre/2009/14:18:21
PAHUATLÁN, PUE.- Hace diez años, el conflicto por el agua en Atla, comunidad indígena de Pahuatlán dejó un muerto y dos lesionados. La semana pasada 200 hombres, mujeres y niños, fueron gaseados por la policía municipal cuando realizaban una protesta en el edificio que ocupa la alcaldía, a cargo de perredista Martín Humberto Ortiz Santos.
Por: LETICIA ÁNIMAS
Eran las 11:45 horas del 10 de septiembre, frente a la presidencia municipal pahuateca, se reunieron los vecinos de Atla para exigir ser atendidos por el alcalde. Ellos piden que sean modificadas las obras para entubar los manantiales de su comunidad y se dé servicio a todos pues cientos de personas se quedarán sin el vital líquido si continúan como han sido planeadas.
El problema no es nuevo, data de febrero de 1997 cuando un grupo de personas, encabezado por Natividad Cruz, Pascual Lioncio Orozco y Vicente Juan Domínguez, reclaman como de su propiedad el lugar donde está el manantial denominado Atexcapa, “impidiendo que el suministro sea eficiente, dañando la tubería con la que se debe distribuir el líquido de manera satisfactoria para la población”.
En ese entonces, la Comisión Nacional del Agua intervino para tratar de solucionar el conflicto, y otorgó una concesión al Ayuntamiento Municipal presidido por Ángel Vera Lemus para que sirviera de mediador, pero de poco sirvió, pues en mayo de 1999, la disputa por el manantial de agua provocó un enfrentamiento entre militantes del PRI y del PRD, donde perdiera la vida Francisco Román Pérez, del Tricolor, a manos de Juan Nicolás Melquiades, del sol azteca.
A más de 10 años de estos sangrientos hechos, las peleas continúan y muchos habitantes de Atla no han recibido un servicio eficiente de agua potable, por lo que reclaman la intervención de la autoridad municipal.
El pasado 8 de septiembre una comisión de indígenas de Atla, solicitó una audiencia con el edil perredista que fue programada para el 10 de septiembre a las 11 horas. A esta cita acudieron unas 200 personas en manifestación “porque sólo cuando ven la bola nos hacen caso”, dijo Emilio Hernández Lira, ex regidor de la junta auxiliar.
“Cuando llegamos a la presidencia el comandante de la policía municipal nos impidió el paso, le explicamos que no tenía derecho porque ese era un lugar público y todos tenemos derecho de entrar, y ahí nos dejó esperando. Como a las 12 pidió que subiera Guillermo Hernández Cruz, presidente del Comité de Agua Potable, pero sólo él”, continúa su relato.
“La gente se aburrió de esperar y al no recibir respuesta un grupo de mujeres, entre ellas Rosa Cruz y su niño de pecho, Manuela Aparicio y su niña de 7 años, Guadalupe Vargas, María Cayetano y otras intentaron entrar a las oficinas, pero los policías las jalonearon y luego les echaron gas, incluso a una abuelita que iba con ellas”, dijo.
“Nosotros no estamos en contra de la obra del agua, pero queremos que empiecen desde arriba para que a todos nos toque. Queremos que el gobierno ponga paz en este territorio indígena y hasta que intervengan no vamos a dejar que continúen los trabajos. Martín el presidente perredista no tiene educación, no nos quiere dar la cara ni aunque él dice que es indio como nosotros. Él ordenó que nos gasearan, cuando antes nos dijo que él llegaba a la presidencia para que todos gobernáramos”.
Como hace 10 años, la bomba en Atla está a punto de reventar, ante el trato inequitativo que una parte de la población asegura haber recibido.
El problema central es que las autoridades municipales y estatales no han conseguido diseñar un proyecto que convenza a los pobladores que con las obras de ingeniería hidráulica que realizan no habrá privilegios para nadie y explicar que de las reservas de agua que hay en la comunidad pertenecen a todos y no a un grupo en particular.

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