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9 de septiembre de 2009

Para leer con el olfato

Milenio Puebla
Opinión
Alma Leticia León
2009-09-09•Cultura
.El comentario que antecede a casi todos las críticas sobre El perfume, de Patrick Süskind, es que se trata de una de las grandes obras maestras de la literatura. No es para menos, este joven clásico se publicó en 1985; no importa cuántos años pasen, se seguirá leyendo .

Patrick Süskind (Alemania, 1949), nos cuenta la historia de un asesino serial: Jean Baptiste Grenouille, ser fantasmal, casi invisible a los ojos de los demás, que se desliza presenciándolo todo sin que nadie sea capaz de percibirlo, a menos que él decida hacerse notar. Un hombre maldito alejado del amor.

Desde el segundo párrafo nos ubica dónde él quiere: “En la época que nos ocupa reinaba en las ciudades un hedor apenas concebible para el hombre moderno.” Es el siglo XVIII en uno de los barrios más miserables de París, de la que nos dice que por ser la ciudad más grande es la más hedionda y en el barrio todavía más pestilente, donde estuvo por más de 800 años el cementerio que acogía a los cadáveres de los pobres. Después de la Revolución se convertirá en mercado; es allí, en un puesto de pescado el lugar en que nace el protagonista; su madre muere enseguida, por lo que tiene que ser amamantado por una serie de nodrizas; una de ellas lo devuelve y rechaza la paga por su manutención porque el bebé no olía a nada. Sin cariño ni hogar, crece en orfanatorios, y antes de los 14 años, seducido por el intenso olor de una jovencita, la mata estrangulándola.

Quien nació en medio de grandes hedores será un experto perfumista gracias a su increíble sentido del olfato. Vivirá una vida solitaria durante un tiempo, en una caverna de las montañas, hasta que lo “descubre” Taillade- Espinasse, un viejo raro que cree que todos los males se deben a nuestra cercanía a lo que denominaba "fluido letal que emana de la tierra".

Entre las virtudes de este relato está su estructura dividida en capítulos cortos, que le dan en momentos un ritmo frenético y crea un ambiente lleno de tensión, animado sobre todo por la evolución de Grenouille, incierta e imprevisible, y muy trabajada.

Va evolucionando, penetrado por una maldad inquietante, hasta convertirse en un asesino serial envuelto en un halo misterioso.

Pese a su corta extensión, describe cada detalle, tipos de perfume, elementos de un taller de perfumería. Crea insuperables descripciones del ambiente, la época y los lugares por los que pasa Grenouille, especialmente a través de los olores.

En El perfume encontramos los ingredientes propios de las novelas de terror y policiacas, entremezclados con un humor sardónico en el que deja ver un corrosivo desprecio por el género humano.

Otro acierto del escrito es la manera de intermedio, explica el paradero de todos los personajes que se entrecruzan con Jean Baptiste; a algunos les da destinos muy crueles.

El final de la historia es original, brillante, inesperado, tan sádico y devastador que hipnotiza.

El perfume, de Patrick Süskind, RBA Editores, SA, 1993.

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