La Historia de esos días

La Historia de esos días

Toma de posesión Miguel Barbosa Medios de Comunicac Luis Ortega

Llegamos a las 400 mil visitas

3 de noviembre de 2010

El Sol de Puebla. 1945. El Sol del Centro y el inicio del Periodismo Industrial en Aguascalientes. Alain Luévano Díaz

Hemeroteca electrónica
Observatorio de medios
________________________________________________
1945. El Sol del Centro y el Inicio del Periodismo Industrial en Aguascalientes

Alain Luévano Díaz
Hablar de los periódicos que circularon en México con la consolidación de la revolución institucionalizada es hablar de periódicos con mejoras sustanciales en impresión, presentación, diseño y distribución, pero también de periódicos adeptos a los gobernantes a través de alianzas, jugosos contratos de publicidad oficial o comercial, ataques -velados o feroces- a opositores, e inclusive, a ciertos funcionarios como alcaldes, gobernadores o secretarios de Estado. Estas publicaciones, en su gran mayoría, consideraron al periodismo como un negocio redituable al ser voceros fieles de los logros del régimen y al ocultar o minimizar errores de las instituciones oficiales.

Los dueños de estos periódicos subieron a un destacado peldaño de la vida política, económica y social al ser aliados del poder, en especial los pertenecientes a la “Gran Prensa”, grupo que conformaban los impresos más destacados de México, como Excélsior, El Universal y la cadena de periódicos García Valseca.

Este último emporio, propiedad del coronel José García Valseca, contaba con diarios en las ciudades más importantes de México, logrando así un imperio similar al de William Randolph Hearst en Estados Unidos.

Uno de los primeros diarios fundados por García Valseca se estableció en Aguascalientes en 1945 y se llamó El Sol del Centro, periódico que, ante la carencia de rivales, fue durante muchos años el matutino preferido en la ciudad.

En las siguientes líneas, trataré de explicar cómo fue posible la fundación de El Sol del Centro, intentado demostrar que fue el impreso que inició el periodismo industrial en Aguascalientes. Para ello, explicaré cómo García Valseca articuló su cadena periodística, para después narrar la génesis de El Sol del Centro, y analizar sus principales características técnicas e informativas.

José García Valseca y la Formación de su Imperio
En 1950, la influyente revista Newsweek afirmó:
"Aún en los días felices de William Randolph Hearst -que era propietario de 23 de los 1,900 diarios que se editaban en los Estados Unidos en el decenio 1930-1940-, no existe ningún editor periodístico en los Estados Unidos que pueda mostrar una obra como la de García Valseca"

18 años después, la cadena García Valseca tenía el siguiente valor:
"Valor físico de las inversiones $650.000,000.00
Valor estimativo de las cabezas de periódico $350,000,000.00
Valor total de la CGV $1,000.000,000.00"

¿Cómo logró fincar tal prestigio y tan extenso poder económico? La respuesta se encuentra en su gran capacidad organizativa y de mando, pero además, su especial interés por halagar a todos los presidentes de la república --desde Manuel Ávila Camacho hasta Luis Echeverría--; su defensa del nacionalismo revolucionario, del catolicismo extremo, de las "buenas costumbres"; una extrema simpatía hacia Estados Unidos y un anticomunismo feroz.

García Valseca nació el 7 de enero de 1901 en Puebla. Desde pequeño destacaba por su habilidad para crear negocios. Durante la revolución mexicana, participó al lado de las fuerzas carrancistas y obtuvo el grado de coronel.

Al finalizar la contienda, se dedicó al comercio, y de ahí, comenzó a editar pequeñas revistas en Puebla, Oaxaca y el D.F., logrando el éxito económico a finales de los años 30’s al comenzar la publicación de la revista Paquito, donde se relataban historias de aventuras, cuentos o melodramas a través de dibujos y textos sencillos. La revista tuvo enorme aceptación en las clases populares, y esto permitió la fundación de otros pasquines del mismo estilo como Pepín, Mujercita, Manos arriba o Farsa. Las ganancias fueron considerables pero García Valseca se ganó la enemistad de distintos personajes, quienes lo acusaban de mal educar al pueblo.

Bajo la sospecha de que Maximino Ávila Camacho lo financió, García Valseca comenzó la construcción de su cadena al fundar el primer diario rotográfico del mundo: Esto, que se dedicaba principalmente a la información deportiva.

García Valseca no tardó en hacerse de varios diarios: creó El Fronterizo de Ciudad Juárez en 1943. En 1944 compró el moribundo El Heraldo de Chihuahua y fundó El Sol de Puebla. En 1945 creó El Sol del Centro y El Sol de Toluca. En 1946 hizo lo mismo con El Sol de León, y así hasta fundar más de treinta impresos.

Para establecer todos esos periódicos a lo largo del país, García Valseca utilizó un mínimo de inversión. Primero establecía sus diarios en edificios antiguos, con maquinaria anticuada para los estándares de la Ciudad de México, pero novedosa y efectiva en provincia. Años después, cuando ya contaba con capital suficiente, modernizó los equipos y estableció periódicos en las ciudades más importantes de México.

Por lo general, el personal que contrataba era de poca o nula experiencia, por lo que los salarios que pagaba eran bajos. También se dedicó a formar reporteros, linotipistas y prensistas en una escuela de periodismo que estableció en la Ciudad de México en la calle de Bucareli.

García Valseca supervisaba plenamente la marcha de sus periódicos. Ya sea a través de una exhaustiva revisión por línea telefónica o personal, al trasladarse por tren en su propio carro llamado El Sol, el empresario daba constantes órdenes, haciendo gala de su memoria prodigiosa y efectiva. Así mantuvo firme la dirección de sus periódicos.

Con el paso de los años, García Valseca llegó a tener, según Enrique Cordero Torres, 32 diarios, con un tiraje siete veces superior al de cualquier editorial periodística de México y con un personal entre ocho mil y ocho mil quinientos trabajadores, empleados y periodistas.

Sin embargo, cabe hacer notar que a pesar de la amplitud de la cadena, la venta de los periódicos era una parte menor de los ingresos. El dinero venía por otros conductos. Carlos Monsiváis lo resume así:

"(...) se construye sobre chantajes a gobernadores, adulación al aparato político, habilidad para negociar la diaria compra de las adhesiones y las ocho columnas. La PIPSA condona con regularidad las grandes deudas de la Cadena y el apoyo a cada candidato a la Presidencia se cobra implacable y crecidamente"

Fundación de El Sol del Centro

La creación y el desarrollo de El Sol ejemplifica a plenitud el funcionamiento de los diarios de García Valseca.

La clave para el origen de El Sol lo encontramos en el estado de Chihuahua. Ahí, en 1944, El Heraldo de Chihuahua, propiedad de Alberto Ruiz Sandoval, se encontraba en quiebra.

Ignacio Lomelí Jáuregui, que se desempeñaba como procurador de justicia de aquella entidad, le ofreció a Ruiz Sandoval comprarle el diario, con la idea de trasladar todo el equipo, tanto humano como técnico, a Aguascalientes. Cuando el trato estaba casi cerrado, apareció García Valseca. El coronel le ofreció el doble de dinero a Ruiz Sandoval por el periódico y éste, gustoso, aceptó la oferta.

Lomelí Jáuregui, al saber que García Valseca planeaba fundar un periódico en Aguascalientes, y ante la imposibilidad de competir contra él, se ofreció como director del nuevo diario.

La inversión para establecer el matutino no fue espectacular, sino más bien modesta. El diario se instaló en un pequeño edificio ubicado en las calles de Madero y Morelos, donde trabajaban con incomodidad los reporteros y obreros, quienes en su gran mayoría provenían de otros estados de la república, y por lo cual se les tuvo que pagar “sueldos mas altos de los habituales y cubriéndoles gastos de transporte y alojamiento”.

La maquinaria para imprimir El Sol era una vieja prensa dúplex, que fue traída desde Ciudad Juárez y que se había usado en El Fronterizo. Además, se consiguieron tres linotipos, ya conocidos en las ciudades importantes de México, pero novedosos para los aguascalentenses.

El Sol sería editado por una empresa local: "Editorial de Aguascalientes, S.A.", que a su vez formaría parte de "Editorial Panamericana", ambas propiedad de José García Valseca.

A mediados de abril de 1945 todo se encontraba listo para la inauguración. Por toda la ciudad se fijaron carteles anunciando la llegada de El Sol. Días antes de la fecha esperada, el público observaba con curiosidad el manejo de los linotipos, los cuales se podían ver desde el exterior del edificio, a través de unas “ventanas enormes”.

Para lanzar el primer número, García Valseca y Lomelí Jáuregui escogieron con inteligencia el 25 de abril, fecha en que se celebra a San Marcos y que también es el día principal de la feria de Aguascalientes. Así, aprovecharon el impacto del evento anual, cuando la actividad comercial es intensa, para encajar su producto editorial y obtener mayor promoción.

La ceremonia de inauguración tuvo lugar un día antes. El evento fue una verdadera iniciación de lujo para las nuevas relaciones prensa-poder en Aguascalientes, ya que asistieron la crema y nata de la política y la sociedad local y algunos destacados personajes de la capital de la república.

Los principales invitados fueron: Jesús María Rodríguez, Gobernador de Aguascalientes; Manuel Hinojosa, Secretario General de Gobierno; Esteban Soto Ruiz, Tesorero del Estado; Benito Palomino Dena, que después ocuparía la gubernatura de Aguascalientes; Florenca Padilla, secretario del Partido de la Revolución Mexicana; Agustín Yáñez, destacado intelectual; Francisco Antúnez, principal editor de la localidad; Joel Pozos, director del Instituto de Ciencias de Zacatecas; los periodistas Renato Leduc y Blanco Moheno, entre otras personalidades.

La ceremonia consistió en el "bautizo" con champaña de la prensa dúplex y los linotipos, lo cual corrió a cargo de la reina de la feria Carmen Herrera, la "eximia cantante" Fanny Anitúa, la señorita Ana Valseca Laos y la señora Arcelia Martínez de Lomelí.

Después, José García Valseca ofreció un discurso en el cual deseó el éxito del periódico y alabó la gestión del gobernador de Aguascalientes:

"Solamente quiero desear a este periódico lo consideren todos, absolutamente todos los habitantes de este región de (sic) país, como un periódico suyo, muy de ustedes, y también deseo que el periódico logre tener arraigo suficiente y sea el verdadero portavoz de todas las necesidades de la región, así como que sea, definitivamente, de interés para todos y coadyuve (sic) al progreso y desarrollo de la región como no es de dudarse, estando al frente de su gobierno un hombre quien ayer nos dijo, en un discurso todo su programa de gobierno, el cual es de esperarse que cuente con el respaldo de todas las clases sociales de Aguascalientes."

Para cerrar con "broche de oro", Jesús María Rodríguez declaró inaugurado el diario con las siguientes palabras:

"Declaro solemnemente inaugurados los trabajos del periódico diario EL SOL DEL CENTRO; que sus informaciones y su cooperación para el progreso de Aguascalientes, tenga por base siempre la verdad y la ética periodística que tanta falta hace en nuestro medio"

"Un gran diario informativo al servicio de la región", era el lema del novel periódico. Efectivamente, se buscaba que el diario no sólo tuviera impacto en la capital del estado sino en "el corazón de México", a saber "norte de Jalisco y Guanajuato, el occidente de San Luis Potosí, nuestro estado y el sur de Zacatecas" , por lo cual se hacía llamar El Sol del Centro.

Características de El Sol del Centro

En sus primeros números, el ejemplar impreso de El Sol del Centro era del llamado “tamaño regular”, sin un número definido de páginas, con breves informaciones políticas, sociales y deportivas de la localidad, noticias nacionales e internacionales, editoriales, algunas fotografías, anuncios clasificados, tiras cómicas, noticias ocasionales sobre Zacatecas, Fresnillo, San Luis Potosí y León, y suplementos profusamente ilustrados dedicados a varios temas.

Sobre el tiraje, el mismo Sol mencionó que su primer número fue de diez mil ejemplares , y desde diciembre de 1945 aseguró que era de 12,500. Sin embargo, un distribuidor de esa época asegura que el tiraje "no llegaba ni a los quinientos" ejemplares. Este testimonio se comprueba cuando El Sol mismo reconocía que no circulaba en ciudades foráneas y que en Aguascalientes encontraba dificultades para entregar el pedido a suscriptores.

El éxito de El Sol no se basó en la venta de periódicos. Cada ejemplar costaba cinco centavos y si consideramos que el tiraje oscilaba entre 500 y 1000 ejemplares, las ganancias oscilaban entre 25 y 50 pesos por día, suponiendo que la edición se vendiera totalmente.

La clave del éxito de El Sol está en la publicidad. Desde el primer número, el diario buscó darle espacios a los anuncios. En sus iniciales 12 planas se incluyeron 30 anuncios de diverso tamaño para felicitar al periódico por su puesta en marcha. Desde el gobernador y el presidente municipal hasta los principales comercios anunciaron sus buenos deseos para El Sol.

Por supuesto, el costo de la publicidad se imponía por mucho al precio del ejemplar. Para un anunciante local, una plana entera costaba 230 pesos, media plana 115 pesos, cuarto de plana 60 pesos y una pulgada un peso con 50 centavos. El precio para la última plana aumentaba considerablemente y más si la publicidad era para foráneos.

Simplemente, con el anuncio de felicitación del gobernador, que ocupó una plana entera, El Sol obtuvo por lo menos 230 pesos. Era evidente de dónde iban a provenir las ganancias.

García Valseca siempre insistía en que el periódico debía estar enfocado a la venta de espacios publicitarios. Para asegurar esto, como ya se mencionó, el coronel viajaba constantemente a Aguascalientes y a los lugares donde tenía diarios. También realizaba reuniones entre los directores de sus publicaciones para corregir diversos errores, pero poniendo especial énfasis en "la cosa administrativa", que los directores estuvieran "constantemente trabajando para la publicidad".

En cuanto al manejo de la información, El Sol del Centro aseguró que su labor la haría “sin sectarismos, sin prejuicios para ideas o gentes (sic) (...) por ver y comentar los sucesos locales a través del prisma de la honradez y de la conveniencia popular”.

Parecía que el diario seguiría estos lineamientos. En sus pequeñas notas informaba sin condenar o aludar a los distintos actores políticos y realizaba pequeñas críticas sobre diversas anomalías en la ciudad. Sin embargo, el diario pronto mostró qué limitantes tendría su información.

El 21 de junio de 1945, El Sol publicó que en un refresco “Orange Crush“, que en la ciudad eran elaborado por la embotelladora “La Pureza”, apareció un ratón muerto. Las críticas de El Sol se extendieron a la columna de ABAD --seudónimo de un escritor que hacía críticas mordaces sobre temas de actualidad--. Por supuesto, el dueño negó que sus productos estuvieron contaminados.

Semanas después, la embotelladora “La Pureza” comenzó a anunciarse en El Sol. En los meses posteriores se mantuvo la publicidad y no hubo ninguna otra denuncia sobre contaminación en los refrescos “Orange Crush”.

¿Hubo chantaje? No es posible saberlo, pero lo que si quedó claro es que en El Sol uno de los principios a defender eran sus negocios.

Otro recurso de El Sol fue anunciar como ciertos inverosímiles hechos como apariciones de fantasmas, vampiros, búsqueda de fabulosos tesoros y demás fenómenos extraños. Por ejemplo, el 22 de octubre de 1945, daba cuenta de que “El Fantasma de la Calle de Virrey de Mendoza fue Visto Nuevamente” o el 2 de noviembre de 1945 que “Nació Otro Fenómeno con Cara de Perro”.

La censura también sería una característica de El Sol. Mario Mora Barba recordó que en una ocasión El Sol mantenía una campaña contra el Hospital Hidalgo y él, en un movimiento lógico, entrevistó al director del nosocomio para que éste se defendiera, cosa que no le gustó al director y exilió al periodista a El Sol de Tampico.

Conclusión

Si comparamos a El Sol del Centro con El Imparcial --que se considera el primer periódico moderno o industrial de México al abaratar el costo de impresión, con un precio accesible, grandes tirajes y "la adhesión al poder camuflada tras la apariencia de la imparcialidad y el punto de vista objetivo"-- encontramos similitudes que nos hace concluir que El Sol es el primer diario moderno en Aguascalientes.

Al igual que Rafael Reyes Spíndola, José García Valseca no necesitó de conocimientos periodísticos notables sino "un talento administrativo y un sentido de lucro poco frecuentes en el hombre intelectual" y relaciones bien cimentadas con el poder para consolidar su proyecto.

En forma similar a la tecnología que introdujo El Imparcial en la Ciudad de México, con El Sol del Centro llegó a Aguascalientes maquinaria de edición e impresión novedosa: prensas un poco más sofisticadas y linotipos. También delimitó con precisión las labores de sus empleados, ya sea reporteros, obreros o administradores, al contrario de los periódicos antiguos, donde el director y sus pocos ayudantes realizaban todas las faenas del periódico.

Las defensas apasionadas y críticas mordaces de facciones políticas, que eran la atracción principal de los impresos aguascalentenses, ya no tuvieron cabida en El Sol. La información noticiosa y la publicidad eran los pilares de éste y los demás diarios de José García Valseca.

El Sol del Centro y la cadena García Valseca, al igual que los periódicos del siglo XIX, eran defensores de un modelo político-económico, pero con la diferencia de que era a gran escala, condicionada a los arreglos con los gobernantes, un nivel de penetración jamás antes visto y una notable influencia, la cual se debe estudiar con cuidado, pues forma parte esencial de la historia política de México en el siglo XX.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario