Peñaloza sorprende y se posiciona como el rival a vencer en Texmelucan
2013-05-20 04:00:00
En tan sólo 10 días de campaña en San Martín Texmelucan se he generado un vuelco en la percepción de quién puede ganar la elección de presidente municipal, pues de los tres candidatos el priista Édgar Salomón Escorza no logra frenar la guerra que le hacen los propios grupos de su partido; el aliancista Rafael Núñez, pese a que recibió un espaldarazo de Casa Puebla, no tiene la simpatía de las bases panistas, y en cambio el ex alcalde Noé Peñaloza Hernández, quien fue postulado por el Partido Movimiento Ciudadano (PMC), es el único que ha logrado hacer actos masivos y concitar el apoyo de la gente en juntas auxiliares y colonias populares.
Peñaloza es un poderoso empresario que no es querido por la clase política y empresarial de San Martín Texmelucan, pero las comunidades rurales y las colonias populares son su bastión. Es donde hace cinco años ganó los comicios de alcalde, y es que en esas áreas se concentra 60 por ciento del electorado del municipio.
Una prueba de que Peñaloza Hernández es visto como un posible ganador de la contienda es que se decía que su registro como candidato no iba a ser avalado por la autoridad electoral y utilizaría como argumento que no se le han aprobado sus cuentas públicas de cuando fue alcalde en el trienio 2008–2011. Sin embargo, antes de que se produjera esa decisión, el candidato del PMC fue invitado a desayunar por el gobernador Rafael Moreno Valle Rosas.
Se dice que en el desayuno Peñaloza, luego de presentarse ante el mandatario, le preguntó que si la cita era para pedirle que se sumara a la campaña de Édgar Salomón Escorza, dada la pública amistad que guarda el mandatario con el candidato priista, a lo cual el jefe del Poder Ejecutivo le habría respondido que no era su intención, sino solamente tener un acercamiento con él.
Tal situación plantea que Peñaloza es visto desde Casa Puebla como un candidato que pueda ganar los comicios; de ahí el interés del jefe del Poder Ejecutivo de buscar un puente de comunicación con el candidato del PMC.
Después de ese encuentro se disipó toda posibilidad de que no le dieran a Peñaloza el registro de candidato.
Un termómetro que ha medido el grado de penetración de cada uno de los aspirantes es la respuesta conseguida en sus primeros días de campaña, cuyos resultados son los siguientes:
Para muchos Noé Peñaloza era un "cartucho quemado" que no tendría la respuesta observada hace cinco años, cuando por primera vez ganó una elección. Sin embargo, el pasado 11 de mayo, día en que arrancó campaña, en los campos de San Damián, logró un poder de convocatoria no esperado. Los cálculos más conservadores apuntan a que reunió a unas 5 mil personas y algunas otras estimaciones apuntan que logró alcanzar las 20 mil personas.
Al acto llegaron militantes del PMC, pero eran los menos. El grueso de la gente era de colonias populares y juntas auxiliares, que en mucho siguen a Peñaloza como resultado de que a través de su Fundación Santa Julia desde hace varios años realiza una labor de vender grandes volúmenes de agua embotellada y productos de la canasta básica a 50 por ciento de su precio, por medio de camionetas que recorren la geografía del municipio en donde vive la gente más pobre.
Esa respuesta de Peñaloza contrastó de manera radical con lo conseguido por sus adversarios.
En el caso de Rafael Núñez, nadie duda en afirmar que su campaña está bien articulada, que tiene muy buena propaganda, como consecuencia de la unión de fuerzas del PT con los partidos de la coalición Puebla Unida. Sin embargo, el día de su arranque de campaña únicamente llegaron unas 600 personas.
Lo grave no fue el número de asistentes, sino que no había militantes ni líderes del PAN.
En esta columna se narró hace unos días que el gobernador Rafael Moreno Valle Rosas logró frenar la rebelión de los principales líderes del PAN de Texmelucan que había contra Núñez. Todo indica que las cabezas de grupo del albiazul se han disciplinado, pero las bases del partido no acaban de estar de acuerdo en apoyar al candidato común de Puebla Unida y el PT.
La razón es muy sencilla: Núñez es visto como un arribista. Este hombre primero renunció al PAN, luego hace dos años fue candidato del PT y casi gana los comicios, luego de que hizo una campaña muy agresiva contra el albiazul. Ahora está de regreso como candidato de Acción Nacional, como parte de un acuerdo que se "amarró" en Casa Puebla y en el que nunca se consultó a la militancia del partido de la derecha.
Eso ha provocado el recelo de los panistas y de los petistas que lo apoyaron la vez anterior. Es un personaje que no tiene identidad ni lealtades políticas.
Quien lleva la peor campaña es Édgar Salomón, el abanderado del PRI, quien ha logrado reunir al doble de gente que su contrincante Rafael Núñez. El problema es que esa congregación la hizo en su registro como precandidato, pero en la campaña no he tenido más de 200 asistentes a sus actos. La respuesta pobre que tiene parece ser inversamente proporcional a que es el candidato que más propaganda ha desplegado, puesto que cuenta con 100 brigadistas que a diario colocan sus promocionales.
El problema que enfrenta es que en el PRI todos les hacen la guerra desde su propio partido. El candidato todavía enfrenta tres impugnaciones promovidas por Félix Vargas Texcucano, Lourdes Ocaña y por su ex aliado Pablo Minor, quienes todos los días llaman a las bases tricolor a votar en contra del abanderado de la coalición Cinco de Mayo.
Al final algo queda claro. No se sabe quién va a triunfar en San Martín Texmelucan. El único que va a ganar es el gobernador, ya que tiene una buena relación con los tres candidatos.
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