■ Su estatura moral llega a incomodar incluso a quienes dicen seguir su ejemplo: Recasens
Ante la probable incomodidad de algunos de los dirigentes de izquierda que acudieron al homenaje de cuerpo presente a Arnoldo Martínez Verdugo, líder histórico del comunismo mexicano, Martha Recasens dijo de su compañero de más de tres décadas, quien falleció este viernes: "es un hombre de principios; tiene una estatura moral que llega a incomodar a muchos, incluso a algunos que dicen seguir su ejemplo".
Luego de hablar de la tolerancia del dirigente al "narcisismo exacerbado de quienes se dicen ser hermanos, aunque han demostrado no serlo", y de alertar sobre "los embates del pragmatismo y del pensamiento superfluo", Recasens también planteó a los cientos de asistentes al Museo de la Ciudad de México, de cuyos balcones internos colgaban reproducciones de carteles de la campaña presidencial de Martínez Verdugo en 1982:
No le gustaban los reflectores
"A Arnoldo no le gustan los reflectores, nunca le han gustado, porque ante todo reconoce y valora profundamente que las acciones que efectivamente trascienden son resultado de un esfuerzo colectivo, de la suma de capacidades y cualidades de muchos más. Pero también ha demostrado tener el don de conducir el esfuerzo colectivo y potenciar la factibilidad de que éste arribe a buen puerto."
Martha Recasens hablaba en presente porque leía un texto inédito escrito por ella "hace unos seis u ocho años", y que ahora había sacado del cajón para compartirlo en el homenaje luctuoso.
Ahí estaban el líder moral del PRD, Cuauhtémoc Cárdenas, y los dirigentes nacional y del Distrito Federal de ese partido, Jesús Zambrano y Raúl Flores, respectivamente, así como otras figuras perredistas y de la izquierda de diversas generaciones, como Porfirio Muñoz Ledo, Alejandro Encinas, Pablo Gómez, Salvador Martínez della Rocca, Javier González Garza, Mara Robles, Inti Muñoz, Ifigenia Martínez, Alfonso Suárez del Real y Raúl Álvarez Garín.
También estaban el periodista Carlos Payán, director fundador de La Jornada; los historiadores Adolfo Gilly, Enrique Semo y Elvira Concheiro; el ex líder comunista Iván García Solís; el muralista Arturo García Bustos, alumno de Frida Kahlo, y Esperanza García, viuda del dirigente obrero Valentín Campa. Asistieron además militantes comunistas, como el octogenario Luis Sosa Pérez, ferrocarrilero yucateco.
Fue una ceremonia emotiva, que comenzó alrededor de las 12:30 horas, cuando al museo llegó el féretro con los restos del ex dirigente del Partido Comunista Mexicano (PCM), quien fue pieza clave de la transición democrática y de la unidad de la izquierda.
Una despedida de largos aplausos, de vivas a Arnoldo, del himno del PCM, de La Internacional, de Te quiero (Benedetti), de No nos moverán (Joan Báez), cantados por casi todos los presentes con el puño izquierdo en alto. Y también de música del trío Arco y Lira Clásica y del poema Oh, capitán, mi capitán, del escritor estadunidense Walt Whitman, leído por Martha Recasens. "Oh capitán, mi capitán:/ nuestro espantoso viaje ha terminado./ La nave ha salvado todos los escollos./ Hemos ganado el anhelado premio".
Un grupo de militantes ondeaba una bandera roja con la hoz y el martillo. "¡Camarada Arnoldo Martínez Verdugo, presente!", gritaban. "Venimos del Partido Comunista y somos militantes de Morena", dijo uno de ellos, quien portaba una cachucha blanca de ese movimiento lopezobradorista.
Aunque luego los dejaron pasar, al principio habían dosificado la entrada y varios militantes y simpatizantes no podían ingresar al museo, como doña Bertha Beatriz Guerrero, de San Vicente Chicoloapan, estado de México, quien acudía "para despedirme de mi líder". O el maestro jubilado Miguel Bustos, quien apenas supo de la muerte de Martínez Verdugo viajó desde el puerto de Veracruz.
Enmedio de vivas y cantos, la carroza y el cortejo fúnebre partieron casi en punto de las 2 de la tarde hacia la agencia funeraria donde cremarían los restos del líder político, cuyas cenizas aún no se sabe dónde serán depositadas.
■ Reconstrucción de la izquierda y no olvidar su enseñanza, el mejor homenaje, coinciden sus amigos
Ángel Bolaños Sánchez y Gabriela Romero Sánchez
Unificador de la izquierda, honesto, congruente y gran solidez de convicciones se volvieron frases comunes para referirse al legado de Arnoldo Martínez Verdugo, último dirigente del Partido Comunista Mexicano (PCM), entre quienes asistieron ayer al homenaje de cuerpo presente que el Gobierno del Distrito Federal y la delegación Tlalpan le rindieron en el Museo de la Ciudad de México.
Porfirio Muñoz Ledo, de los primeros en llegar, previo al arribo del féretro comentó que el mejor homenaje que se puede hacer a Martínez Verdugo es "la reconstrucción de la izquierda", y en esto coincidió el presidente del PRD-DF, Raúl Flores García, quien dijo que planteó al dirigente nacional del partido, Jesús Zambrano, empezar, a manera de homenaje, una ruta de reflexión y debate acerca de la izquierda, en lo que ha devenido y en cómo retomar el camino.
Maricela Contreras Julián, delegada de Tlalpan –quien montó una muestra fotográfica del líder comunista–, refirió que en enero pasado se hizo un homenaje al líder comunista en esa demarcación, y de su mensaje "yo rescataría su llamado a la unidad de la izquierda. Me parece que vienen tiempos que creíamos idos y hoy más que nunca se requiere organizarnos, dirimir las diferencias de la izquierda para poder salir adelante".
Cuauhtémoc Cárdenas convino en que la unidad de los grupos progresistas y "de todos los mexicanos que queremos un México igualitario y justo" es algo por lo que hay que continuar la lucha, "teniendo como guía el ejemplo de Arnoldo. Buscar la igualdad es la base de las ideas que hemos compartido con él".
Para Juan Luis Concheiro, militante del extinto PCM, "hay que recordar a Arnoldo reconociendo que hay diferencias entre las distintas fuerzas de la izquierda, pero con la convicción de que tenemos que marchar unidos".
Entre quienes se sucedían en las guardias de honor ante el féretro de Martínez Verdugo, los senadores Mario Delgado y Alejandro Encinas comentaron que organizarán también un homenaje en el Congreso, como legislador que fue, y el secretario general del PRD-DF, Enrique Vargas Anaya, planteó honrarle mediante una serie de festivales en la ciudad que permitan difundir su obra a las nuevas generaciones.
Carlos Payán Velver, director fundador de La Jornada, afirmó también que "el mejor homenaje es no olvidarlo; no olvidar sus enseñanzas, su honradez, su posición, y evocarlo como un comunista, político y hombre de primera".
Mara Robles Villaseñor, secretaría de Educación del DF, con un impreso en mano del 13 congreso del PCM de 1960 –que había entregado el militante del desaparecido PCM Gerardo Unzueta Lorenzana– refirió que Arnoldo y su viuda, Martha Recasens, son parte de sus recuerdos de infancia, de la Unión Nacional Infantil que ella fundó, donde "muchos nos formamos de niños en la solidaridad internacional y la lucha por la felicidad de los niños, recorriendo los países donde los menores eran tratados de manera privilegiada, como los campamentos de Cuba, la Unión Soviética y Bulgaria".
También lleva gratos recuerdos del dirigente comunista el promotor cultural Anthor López, quien llegó con Margarita Cruz para despedirlo interpretando la Canción al Partido Comunista.
Recuerda que su disco: Canciones y compañeros de vida contiene un texto de Arnoldo reconociendo su aportación en los Festivales de Oposición que organizaban los periódicos comunistas como L'unité, de Italia, L'Humanité, de Francia y el de México, que se llamaba así, Oposición. "Hicimos cuatro o cinco extraordinarios, gracias a que Arnoldo entendía la importancia del arte y de los artistas en la construcción de una fuerza política de izquierda".
"Legado de ética y congruencia"
El coordinador de los senadores del PRD, Miguel Barbosa, lamentó el deceso de Martínez Vergudo, quien –dijo– fue precursor de la apertura democrática en México y deja un profundo legado de ética y congruencia en la política nacional.
Consulte www.siclapueblanoticias.blogspot.mx
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