(Cáncer linfático.
Hay poca gente que da importancia a la aparición y crecimiento de uno o varios ganglios (pequeñas bolitas) en el cuello, que no ceden al tratamiento con antibióticos y antiinflamatorios, pero hay que estar alerta porque esa puede ser la señal de la presencia de un cáncer linfático.
De acuerdo con especialistas en cuestiones oncológicas, lo más común es que broten como de la nada en las anginas, pero también pueden aparecer en axilas, ingle, pecho o cualquier zona del cuerpo, ya que en todo el organismo hay ganglios. Es frecuente, dicen, que su nacimiento esté acompañado por fiebre que predomina por la tarde y noche, exceso de sudor y comezón en la piel, y pérdida de peso de manera inexplicable.
(http://www.elsiglodetorreon.com.mx/noticia/185457.siglo)
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