La Jornada de Oriente
Andrés Manuel López Obrador rechazó su apoyo a los candidatos emanados de la posible alianza entre el PAN y el PRD que pretende establecerse en Puebla para las próximas elecciones. El fin de semana estuvo en la región de la Sierra Norte n Foto Arturo Alfaro Galán
Andrés Manuel López Obrador rechazó su apoyo a los candidatos emanados de la posible alianza entre el PAN y el PRD que pretende establecerse en Puebla para las próximas elecciones. El fin de semana estuvo en la región de la Sierra Norte n Foto Arturo Alfaro Galán
ARTURO ALFARO GALÁN
Andrés Manuel López Obrador (AMLO) calificó como “contra natura” la posible alianza electoral que el Partido de la Revolución Democrática (PRD) y el Partido Acción Nacional (PAN) pretenden realizar en las próximas elecciones en Puebla, por lo que expresó su “rechazo total” a los candidatos que emanen de esa alianza.
Además, sostuvo que desde la coalición “Diálogos para la Reconstrucción de México” –antes denominada Frente Amplio Progresista– buscará impulsar una candidatura que cambie “la realidad del país” en las elecciones presidenciales del año 2012.
“No estoy de acuerdo en que los partidos del PRD, del Trabajo (PT) y Convergencia (PC) hagan alianzas con las derechas. El PAN y el PRI son lo mismo. Unos son unos rateros y los otros unos ladrones (...) Yo respeto mucho a los panistas y priistas de abajo, pero los que controlan son una mafia. Así que no concuerdo con que ninguno de los partidos vaya en alianza con el PRD, ni con el PRI ni con el PAN, eso es ‘contranatura’”, acotó.
El fin de semana Andrés Manuel López Obrador encabezó en la región de la Sierra Norte de Puebla la primera reunión con los representantes de los comités distritales –pertenecientes a 32 localidades de municipios como Zacapoaxtla, Zacatlán, Chignahuapan, Huauchinango, Tetela de Ocampo, Xicotepec de Juárez–, quienes se comprometieron a conseguir más de 50 mil votos a favor de la coalición Diálogos para la Reconstrucción de México en las próximas elecciones presidenciales de 2012.
Durante el acto, que se realizó en el salón Club de Leones de la ciudad de Zacatlán –a dos horas de la capital para promover, también, la edición número uno del periódico Regeneración– estuvieron presentes más de 200 coordinadores distritales de la coalición Diálogos para la Reconstrucción de México, entre los cuales figuró José Juan Espinosa, líder del partido Convergencia en Puebla, y José Agustín Ortiz Pinchetti, secretario de Relaciones Políticas del gobierno legítimo de Andrés Manuel López Obrador.
De acuerdo con el tabasqueño, las alianzas que pretenden imponerse en cuatro estados de la República, incluido Puebla, representan los intereses de los mismos grupos que han mantenido en la pobreza a millones de mexicanos, “los mismos responsables que han llevado al país a la crisis, a esta tragedia nacional”.
El representante del gobierno legítimo recordó a los habitantes de la Sierra Norte de Puebla que en 1988, cuando Carlos Salinas de Gortari se impuso como presidente “fue con la ayuda del PAN”, mientras que en 2006 “cuando nos robaron la presidencia de la República, es el PRI el que ayudó a Felipe Calderón Hinojosa a subir al poder”.
Asimismo, Andrés Manuel López Obrador califico las alianzas electorales entre el PAN y el PRD como “una simulación que se ha convertido en una cortina de humo para no resolver los graves problemas nacionales como el desempleo”.
México, el menos
desarrollado de AL
Andrés Manuel López Obrador aseguró que el presidente Felipe Calderón Hinojosa es la persona menos indicada para plantear una reforma a las instituciones financieras internacionales y establecer las bases de una economía local “más justa y sana”, como lo afirmó durante su estancia en el Foro Económico Mundial realizado en Davos, Suiza.
Ante un centenar de integrantes del movimiento nacional en defensa del petróleo, la economía popular y la soberanía nacional, López Obrador expresó que “la economía de México permaneció entre las cinco naciones con menos crecimiento económico durante 2009, que incluso fue superada por Haití”.
Sostuvo que México ocupó el lugar número 139 de 152 naciones en el rubro de crecimiento económico como nación, mientras que en el aspecto de desarrollo económico per cápita, se ubicó en la posición número 143 de 152 países. “El año pasado nuestra economía fue la que peor se desarrolló en América Latina, y eso resta credibilidad a Felipe Calderón para que se pronuncie por una economía local. Son puros cuentos”.
Asimismo, Andrés Manuel López Obrador abundó que la reforma financiera y económica necesaria para México no sólo debe permitir la solución a los problemas de bienestar y desarrollo –como planteó Calderón en Davos– sino también “cubrir con las demandas de las personas que menos recursos tienen y sacar de la pobreza al país”.
“Cómo Calderón va a proponer un proyecto de economía global en Davos si en México no existe un plan concreto para la recuperación de empleos y eliminación de la pobreza. En el país se cayó la economía cerca de 8 por ciento. Hay desempleo. Se cayeron las remesas el año pasado en 52 mil millones de pesos. Todo es una mentira, una campaña publicitaria para seguir engañando a la gente”, acotó.
El revés al PT, por
venganza de Calderón
Durante su estancia por Puebla, López Obrador acusó a los magistrados del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) –quienes la semana pasada revocaron el registro vigente a la dirección nacional del PT)– de “responder a la consigna de los partidos que los llevaron a esos lugares” y de imponer “un castigo” al instituto petista por mantener apoyo permanente a la coalición Diálogos para la Reconstrucción de México.
Desde nuestro punto de vista –sostuvo– la impugnación ya no tenía lugar, pues quienes la presentaron hace 19 meses, José Narro Céspedes y Marco Cruz, ya no son petistas y, por lo tanto, “sin interés jurídico se tenía que desechar”.
Pero la sorpresa, señaló, es que los magistrados “declaran que todos los estatutos necesitan ser revisados, aunque no fueran objeto de impugnación, y declaran ilegales los acuerdos de nuestro congreso” de 2008.
“Nos parece un fallo muy politizado, una sobre reacción con gran contenido político en este año electoral y cuando el partido está sufriendo de un recorte de prerrogativas por los resultados del pasado 5 de julio. La decisión se dio por órdenes del presidente Felipe Calderón, que es una venganza por todo el apoyo que nos dio el PT desde el inicio de nuestra alianza”, agregó.
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