Por Arturo Luna, Garganta Profunda,
Puebla on lineiernes, 30 de Marzo de 2012 | 07:48
No cabe duda que en Puebla, el PRD es un partido sin liderazgos, sin legalidad, sin propuesta política; controlado como botín y administrado como negocio por un solo grupo, el de "Los Chuchos", liderado aquí por Luis Miguel Barbosa Huerta.
Y es que ahora, no conformes con lo sucedido con el edil de Acatzingo, Eliseo Zayas, a quien movieron como títere y después traicionaron y abandonaron cuando cayó en desgracia al ir a parar a la cárcel, preparan la guillotina para el "dirigente" local, Miguel Ángel de la Rosa Esparza, un tonto útil que, por diversos motivos, ya cayó de la gracia de la tribu dominante en el sol azteca.
Este sábado, si no sucede otra cosa, en una reunión de su corriente Nueva Izquierda, que llevarán a cabo al medio día en el salón de los telefonistas, todo está listo para llevarlo al patíbulo y cortarle la cabeza.
Los conspiradores –Erik Cotoñeto, Socorro Quezada, Ruth Castro, Gabriela Viveros, Gualberto Rivera y Gerardo Aguirre- ya afilaron la guadaña para proceder en consecuencia y cumplir las órdenes de Barbosa Huerta, quien se prevé esté presente para atestiguar el madruguete, que marcará el principio del fin político de De la Rosa.
Los acarreados y los 60 consejeros estatales citados a la reunión pedirán a grito pelado la expulsión del defenestrado dirigente. ¿El cargo? Traición. La operación se puso en marcha desde el pasado miércoles y está financiada con los recursos económicos que el IFE entregó al PRD, y que solo controla el cacique del PRD poblano.
Como verdaderos capos, "Los Chuchos" –del capo mayor: Jesús Ortega- castigarán así a quien fue su líder estatal pero osó ofender a Barbosa Huerta negándose a acatar sus instrucciones; además, cometió el pecado de no entregar el diezmo -y quedarse con el vuelto- de los apoyos oficiales, y los extraoficiales, algo imperdonable en la tribu.
De igual forma, De la Rosa será juzgado por estar presuntamente del lado del gobernador Rafael Moreno Valle, distanciado kilómetros y kilómetros de Nueva Izquierda tras no ceder a sus chantajes; por eso, la instrucción precisa es humillarlo y dejarlo sin nada, como perro sin dueño.
Con cupo completo en el salón de los telefonistas, Barbosa "El Ñoño" Huerta –futuro senador plurinominal- dará línea y convocará para la próxima semana, antes de las vacaciones de Primavera, al nuevo Consejo Estatal para imponer al frente del PRD a la asistente del legislador local Erik Cotoñeto: Socorro Quezada Tiempo, una mujer singular dado su historial político en la Sierra Norte.
Por eso, el pasado miércoles por la noche, en el Sanborns de San Francisco, Erik Cotoñeto, sin ningún recato y asumiendo ya en los hechos el control del PRD, citó a los candidatos a diputados que le tocaron al sol azteca dentro de la coalición de izquierda –Mario Carrillo y el ex panista Jesús Encinas- y les anunció que ya no irían por los distritos de Tepeca y el 12 de Puebla.
Sin respeto alguno, sin tacto y tal y como lo hizo el PRI en varios casos, "Los Chuchos" bajaron a estos dos personajes de la contienda 2012, que comienza este viernes.
La maniobra es sin embargo interesante: en lugar del zavalista Jesús Encinas, so pretexto la cuota de género, pusieron a Gabriela Viveros López, secretaria del tesorero del PRD, Gerardo Aguirre y una de las aspirantes a la dirigencia estatal; así, haciéndola candidata de un distrito que nunca ganará, la quitan y le limpian el camino a la señora Quezada.
Como siempre ha ocurrido, el control vertical (Barbosa Huerta) baja las órdenes a su fiel soldado, Erik Cotoñeto, y ésta las manda a Socorro Quezada, quien a punta de amenazas y dinero debe mantener quietos, mansitos, obedientes, a los consejeros estatales, y lo más importante: el manejo del presupuesto, que no es poco.
La estrategia –y apuro de Nueva Izquierda- es mantener el poder del partido ante las impugnaciones y denuncias presentadas por Jorge Méndez Spínola; buscan evitar, a toda costa, que la dirigencia nacional envíe delegados (como ha sido habitual en la historia del sol azteca local) a hacerse cargo de la franquicia.
Es más: en los próximos días se instalará la Coordinación Estatal para la campaña electoral del Movimiento Progresista en Puebla y como no son tontos ni perezosos, ni se duermen en sus laureles, ya nombraron al abogado Ariel Manelic, un personaje sombrío y huizachero, como su representante.
Como habrá buen dinero, dinero fresco, para la estructura electoral, Barbosa Huerta quiere que nada se le escape de sus manos. Por eso, por cierto, también ya impuso a sus cuates, cómplices y hasta parientes en las 16 juntas distritales del IFE.
"Los Chuchos" no tienen ningún interés en que triunfe el 1 de julio "su candidato" Andrés Manuel López Obrador. Son capaces de vender a sus familias con tal de asegurar la chuleta. "El Peje" les importa un bledo; lo que ellos quieren, es negociar con Enrique Peña Nieto o Josefina Vázquez Mota, y garantizar posiciones de poder y el gran, gran negocio que es el Partido de la Revolución Democrática.
Por eso el albazo de este sábado a Miguel Ángel de la Rosa, quien, obviamente, anda como fiera herida y jurando venganza. Pero ni de ésta el subsecretario del gobierno estatal Mario Rincón podrá salvarlo. Su suerte está echada: este fin de semana le darán la patada por detrás y no sólo lo destituirán, también buscarán expulsarlo.
Ya se lo hicieron –y no hace mucho- a María Elena Cruz, efímera lideresa del PRD. ¿Por qué no a Miguel Ángel? ¿Por qué no?
Y es que ahora, no conformes con lo sucedido con el edil de Acatzingo, Eliseo Zayas, a quien movieron como títere y después traicionaron y abandonaron cuando cayó en desgracia al ir a parar a la cárcel, preparan la guillotina para el "dirigente" local, Miguel Ángel de la Rosa Esparza, un tonto útil que, por diversos motivos, ya cayó de la gracia de la tribu dominante en el sol azteca.
Este sábado, si no sucede otra cosa, en una reunión de su corriente Nueva Izquierda, que llevarán a cabo al medio día en el salón de los telefonistas, todo está listo para llevarlo al patíbulo y cortarle la cabeza.
Los conspiradores –Erik Cotoñeto, Socorro Quezada, Ruth Castro, Gabriela Viveros, Gualberto Rivera y Gerardo Aguirre- ya afilaron la guadaña para proceder en consecuencia y cumplir las órdenes de Barbosa Huerta, quien se prevé esté presente para atestiguar el madruguete, que marcará el principio del fin político de De la Rosa.
Los acarreados y los 60 consejeros estatales citados a la reunión pedirán a grito pelado la expulsión del defenestrado dirigente. ¿El cargo? Traición. La operación se puso en marcha desde el pasado miércoles y está financiada con los recursos económicos que el IFE entregó al PRD, y que solo controla el cacique del PRD poblano.
Como verdaderos capos, "Los Chuchos" –del capo mayor: Jesús Ortega- castigarán así a quien fue su líder estatal pero osó ofender a Barbosa Huerta negándose a acatar sus instrucciones; además, cometió el pecado de no entregar el diezmo -y quedarse con el vuelto- de los apoyos oficiales, y los extraoficiales, algo imperdonable en la tribu.
De igual forma, De la Rosa será juzgado por estar presuntamente del lado del gobernador Rafael Moreno Valle, distanciado kilómetros y kilómetros de Nueva Izquierda tras no ceder a sus chantajes; por eso, la instrucción precisa es humillarlo y dejarlo sin nada, como perro sin dueño.
Con cupo completo en el salón de los telefonistas, Barbosa "El Ñoño" Huerta –futuro senador plurinominal- dará línea y convocará para la próxima semana, antes de las vacaciones de Primavera, al nuevo Consejo Estatal para imponer al frente del PRD a la asistente del legislador local Erik Cotoñeto: Socorro Quezada Tiempo, una mujer singular dado su historial político en la Sierra Norte.
Por eso, el pasado miércoles por la noche, en el Sanborns de San Francisco, Erik Cotoñeto, sin ningún recato y asumiendo ya en los hechos el control del PRD, citó a los candidatos a diputados que le tocaron al sol azteca dentro de la coalición de izquierda –Mario Carrillo y el ex panista Jesús Encinas- y les anunció que ya no irían por los distritos de Tepeca y el 12 de Puebla.
Sin respeto alguno, sin tacto y tal y como lo hizo el PRI en varios casos, "Los Chuchos" bajaron a estos dos personajes de la contienda 2012, que comienza este viernes.
La maniobra es sin embargo interesante: en lugar del zavalista Jesús Encinas, so pretexto la cuota de género, pusieron a Gabriela Viveros López, secretaria del tesorero del PRD, Gerardo Aguirre y una de las aspirantes a la dirigencia estatal; así, haciéndola candidata de un distrito que nunca ganará, la quitan y le limpian el camino a la señora Quezada.
Como siempre ha ocurrido, el control vertical (Barbosa Huerta) baja las órdenes a su fiel soldado, Erik Cotoñeto, y ésta las manda a Socorro Quezada, quien a punta de amenazas y dinero debe mantener quietos, mansitos, obedientes, a los consejeros estatales, y lo más importante: el manejo del presupuesto, que no es poco.
La estrategia –y apuro de Nueva Izquierda- es mantener el poder del partido ante las impugnaciones y denuncias presentadas por Jorge Méndez Spínola; buscan evitar, a toda costa, que la dirigencia nacional envíe delegados (como ha sido habitual en la historia del sol azteca local) a hacerse cargo de la franquicia.
Es más: en los próximos días se instalará la Coordinación Estatal para la campaña electoral del Movimiento Progresista en Puebla y como no son tontos ni perezosos, ni se duermen en sus laureles, ya nombraron al abogado Ariel Manelic, un personaje sombrío y huizachero, como su representante.
Como habrá buen dinero, dinero fresco, para la estructura electoral, Barbosa Huerta quiere que nada se le escape de sus manos. Por eso, por cierto, también ya impuso a sus cuates, cómplices y hasta parientes en las 16 juntas distritales del IFE.
"Los Chuchos" no tienen ningún interés en que triunfe el 1 de julio "su candidato" Andrés Manuel López Obrador. Son capaces de vender a sus familias con tal de asegurar la chuleta. "El Peje" les importa un bledo; lo que ellos quieren, es negociar con Enrique Peña Nieto o Josefina Vázquez Mota, y garantizar posiciones de poder y el gran, gran negocio que es el Partido de la Revolución Democrática.
Por eso el albazo de este sábado a Miguel Ángel de la Rosa, quien, obviamente, anda como fiera herida y jurando venganza. Pero ni de ésta el subsecretario del gobierno estatal Mario Rincón podrá salvarlo. Su suerte está echada: este fin de semana le darán la patada por detrás y no sólo lo destituirán, también buscarán expulsarlo.
Ya se lo hicieron –y no hace mucho- a María Elena Cruz, efímera lideresa del PRD. ¿Por qué no a Miguel Ángel? ¿Por qué no?