Puntual Martes 28 de Julio de 2009
Urbanización cimentada sobre corrupción
Kara Castillo
Todo sucede tras la fiebre constructora que se instaló en Puebla y la especulación y voracidad inmobiliaria que le acompañó. La zona de riesgo donde están construidas las casas tenía permiso para realizar la obra.
La consecuencia no es sólo de la mala planificación, sino de corrupción latente de autoridades municipales y estatales. Los ejemplos saltaron a la vista en la orden de desalojo de familias de Galaxia La Calera.
La Procuraduría del Consumidor lo había señalado a su modo. Fueron 2 mil solicitudes de intervención de la dependencia federal en 2007, para 2008 el número disminuyó a 115 quejas, pero las quejas no sólo incluían trámites de compra-venta.
El abuso urbanístico ya tuvo consecuencias. Es una pesadilla compartida de más de mil víctimas de promotores que han construido casas y urbanizaciones con los debidos permisos y la anuencia de la administración de Enrique Doger Guerrero, en 2006, con las constantes advertencias de SEMARNAT y Carlos Albiker en 2007. “Es zona de riesgo”, advertía en por lo menos 4 oficios mandados a la dependencia.
Y, sin embargo, a pesar de que Ciudad Galaxia La Calera tiene una clara violación a la resolución de impacto ambiental, se posesionó de la barranca, zona federal, construyendo sobre y cerca de ella, talando y modificando el cauce natural de la misma. A la fecha no existe sanción ni clausura de parte de la dependencia.
El presidente de la Cámara Nacional de Desarrollo de Vivienda, Canadevi, José Luis Piñeira de la Fuente, fue muy claro ante este medio: "Son las autoridades las que revisan los proyectos y otorgan los permisos. No puede ser de otra manera, los empresarios no podrían hacerlo sin la anuencia de las autoridades municipales."
En la búsqueda de la punta de la madeja, no puede dejar de señalarse a Juan Carlos Morales Paéz, de la Agencia de Protección al Medio Ambiente Municipal, que pese a las evidencias, nunca hizo nada para clausurar y sancionar las descargas del drenaje en las áreas verdes donadas al ayuntamiento, a pesar de estar a cargo del cuidado y mantenimiento de éstas.
“No es posible que no supiera que esto ocurría, fue trasmitido por varios medios, como Televisa. Se mostraron estas descargas de drenaje a cielo abierto sobre las áreas verdes y barranca, todos lo sabían”
Sin embargo, hasta el cierre de esta edición en Profepa, Rubén Pedro Rodríguez Torres, y dentro de la averiguación previa pgr/195/2008, sanciona administrativamente a la inmobiliaria responsable.
Sólo bastaron 2 años para que la lujosa carroza inmobiliaria se volviera calabaza. Habitantes de más de 100 viviendas desocupadas por órdenes de Protección Civil municipal, expuso los permisos del ayuntamiento, así lo declararon funcionarios que señalaron a la administración del entonces edil Enrique Doger. Entre los desperfectos y las irregularidades se encuentran cuarteaduras, grandes grietas de hasta 10 y 15 metros, desgajes de laderas y defectos en la construcción, con vicios ocultos, gestión y aprobaciones de cambios de uso del suelo y resoluciones de impacto ambiental que se tramitaron desde 2006, a pesar de la cercanía de la falla sísmica del Tepozuchitl, considerada como la más grande de la ciudad de Puebla.
Pero no es todo, también se han incendiado, se han inundado y retiemblan con los estallidos de dinamita que utilizan en la construcción y tala, de lo que será el anillo periférico, tramo oriente, segunda y tercera etapas, a cargo de la Secretaría de de Desarrollo Urbano.
Al recuento también hay que anexar otro ejemplo: el Fraccionamiento La Orquídea, edificado por la inmobiliaria Ivi, que literalmente lo construyó 15 metros debajo de una barraca.
Bastó el escándalo para que Blanca Alcalá, en la representación del funcionario César Pérez, secretario general del ayuntamiento, garantizara las investigaciones de los estudios de mecánica de uso de suelos.
NEGLIGENCIA Y CORRUPCIÓN DEl CABILDO: PROFECO
Bernardo Hinojosa Polo, delegado en Puebla de la Procuraduría Federal de Consumidor, fue el primer funcionario en señalar que la problemática no es responsabilidad exclusiva de los empresarios e inmobiliarias: “hay corresponsabilidad de los cabildos. Uno de los problemas graves es que los ayuntamientos tienen un alto índice de negligencia o corrupción porque están autorizando fraccionamientos en lugares en donde la gente no debería vivir, simplemente por seguridad”.
Las quejas coinciden en edificaciones sobre terrenos fangosos, destacan los del fraccionamiento villas El Campanario que sufrieron de un alud de tierra sobre sus casas. En Tehuacán, según los expedientes, se inundaron 80 casas con pérdida total.
Asimismo, hay quejas contra Casas Geo, Casas Ara, Sedasi, el Grupo Brics, con múltiples razones sociales, entre ellas “Ventas, ingeniería y construcción SA de CV”, que fue clausurada.
En 2008 hubo 115 procesos en contra de empresas costructoras como Proyectos Inmobiliarios de Culiacán, 33 denuncias, propiedad de los Bribiesca, hijos de Marta Sahagún de Fox, responsable de las viviendas del fraccionamiento Valle Real, en Atlixco. (Homex utiliza diversos nombres en el país y en Puebla, dos distintos, pero el más usado es Proyectos Inmobiliarios de Culiacán) Casas Geo, 18; Inmobiliaria GYP, 13; Construcciones Especializadas de Puebla, 7; Constructora Saint Germain y Kratos 6 y Ivi, 3.
Las constructoras hacen entregas de las zonas habitacionales a la mesa directiva de la unidad habitacional, así el ayuntamiento queda exento entonces de cualquier responsabilidad, pues las negociaciones fueron entre particulares. También quedan exentos para dar cuenta a las autoridades del 20% del área construida para equipamiento urbano como escuelas e iglesias.
Rafael Herrera Vélez, director de Gestión Urbana de Obra Pública para el Desarrollo Sustentable, según vecinos de Galaxia La Calera, le hicieron saber que la constructora Fisare Sociedad Anónima de Capital Variable, SARE, cumplía la donación del 20% según la Ley de Fraccionamientos, pero eran barrancas con una extensión de 169 mil 465 y 190 mil 382 metros cuadros, según el oficio SAUOPE/DAU/AP
Sin embargo no hubo denuncias penales y fuentes allegadas a este medio confirman que se cambiará el expediente de bienes patrimoniales para especificar que las áreas de donación no son barrancas.
Hay que señalar también las complicidades de autoridades en juntas auxiliares con las empresas constructoras. En este rubro destaca los negocios con el área para el equipamiento urbano de las zonas habitacionales, como ocurre en Cuautlancingo, en Galaxia de Almecatla, con la reserva de 100 mil metros cuadrados, sin embargo, esa área ya está a la venta.
EN ORQUÍDEA, JUEGOS EXTREMOS
En el fraccionamiento La Orquídea, que fue construido por la empresa Ivi, los niños tienen un juego extremo: avientan un balón al talud que rodea las casas para que se desmorone, luego todos corren. Hay gritos para animar a los más pequeñitos que son vistos por los mayores que llegan primero a la orilla.
Las madres también gritan pero para detener el peligroso juego. Hay regaños y castigos, pero su efecto dura hasta que pueden escapar para jugar otra vez.
Hay niños un poco más responsables. Juegan futbol pero a veces, por falta de tino, la pelota rebota en el talud visiblemente húmedo, parte lateral de la cancha de la unidad habitacional.
Protección Civil visitó la unidad habitacional La Orquídea, donde los pobladores no han tenido su diagnóstico por escrito, a pesar de las constantes llamadas, pues ellos temen que el talud de tierra que rodea a la colonia con muros de por lo menos 4 metros de altura, sea deslavado por las lluvias y caiga sobre unas 343 viviendas en la junta auxiliar de San Pablo Xochimehuacán. Cabe aclara que la parte oriente del talud no es de tierra, sino de basura.
Sin embargo, los funcionarios municipales se deslindaron de cualquier incidente argumentando que se trata de una propiedad privada, pero prometieron intervenir en caso de que ocurra un deslizamiento de tierra.
La constructora Ivi quiso hacer entrega formal a los vecinos, mediante la mesa directiva, pero ellos se negaron, argumentando que de hacerlo en un trato entre particulares, el ayuntamiento quedaría exento de cualquier responsabilidad, incluso exento de la más mínima vigilancia.
NO HAY RIESGO: CONSTRUCTORA IVI
Sin embargo, para la constructora eso no representa riesgo alguno: “¡ese talud tiene 15 años!, puede durar ahí toda la vida. Yo le digo, no hay un solo desmoronamiento. Es un material muy duro”, dice Carlos Tlaxcalteca, pese a que este diario tiene evidencias fotográficas donde se aprecian grandes rocas en el piso.
“Protección Civil nos dio el permiso correspondiente cuando hicimos la petición de estudio de impacto ambiental, avaló el plan inmobiliario y fue entregado ya”.
Incluso el lodo que corre cuando llueve y va a las coladeras, tampoco representa riesgo alguno: “si llegara a presentarse un problema en las coladeras, la culpa es de los vecinos que tiran basura y la tapan, la tierra no es ningún riesgo”, declaró.
Cabe decir que Ivi es la primera empresa poblana recertificada en el ISO9000 versión 2008. El representante legal y apoderado, Salvador Castillo, tienen una meta de edificar 3 ó 4 complejos por año, un promedio de mil viviendas al año, en Hacienda Cobre 1, Hacienda Cobre 2, Hacienda Cobre 3,Hacienda las Fuentes, Primera y Segunda sección, Villas de Zavaleta, Villas Periférico, Ciudad Serdán, Hacienda Santana, La Inmaculada, Vicente Fox, sección 1 y 2 en Tlatlauquitepec, Santa Fe, Hacienda La Herradura, entre otros.
En proyecto están las unidades Ivi, constructora Santa Lucía y Paseos del Lago, al sur de la ciudad.
Tlaxcalteca comentó que “la obra de Orquídeas está entregada en todas las dependencias, Soapap, Ayuntamiento, Comisión Federal de Electricidad. A los condóminos se les entregó la obra, su casa”, refiere Nancy Cabrera, gerente de posventa.
La constructora no mostró ningún acta, “porque era un complejo de 2008 y estaba archivado. No hemos recibido ninguna queja de PROFECO, si existe una irregularidad es menor, como humedad en sus paredes, goteos en las llaves, nada que no cubra la garantía”, dicen ambos empleados con un ademán de minimización.
Sin embargo, la PROFECO registra este año una notificación y en el archivo del año pasado reportó dos.
“Abrimos teléfonos y las puertas a cualquiera de nuestros condóminos para que se queje, aquí nosotros no hemos recibido ninguna protesta formal”, insistió Tlaxcalteca, que incluso hizo saber que a las dos horas del pasado temblor, visitó los complejos para asegurarse de que las estructuras no fueran dañadas. “Yo estaba preocupado”.
Se planteó que la constructora poblana Ivi no se hará responsable de reforzar el talud que bordea las casas, con el argumento de que el fraccionamiento ya fue municipalizado, lo cual, aseguran los vecinos, no es cierto, pues así se los hizo saber la Dirección de Protección Civil durante una visita al lugar para saber del riesgo que padecen los colonos.
Una de las vecinas, que prefirió el anonimato, confesó a esta casa editorial que cuando le entregaron su casa tuvo una convicción de quedar sepultadas bajo un alud por las paredes que le rodean. La situación no sólo se agrava con las lluvias, que deslavan parte de las paredes en declive, también están las casas de paracaidistas priistas y de camiones pesados que provocan que las calles Zapata y 28 de Octubre, de la colonia Barranca Honda, se desgajen poco a poco y los desechos vayan directamente hacia el fraccionamiento que está literalmente abajo por más de 15 metros, donde el complejo fue construido, a decir de la gerente de ventas, con los estudios de impacto ambiental correspondiente.
El presidente del fraccionamiento Orquídea, Adrían Rodríguez Rivera, es acusado de ser personero de la constructora, por las cuotas excesivas que se cobran y las resistencias para solucionar los problemas. Además defiende a la constructora en las juntas vecinales.
“La constructora nos timó. Hay fisuras en el pavimento, escalones de los edificios rotos, problemas de alcantarillado”, reconoce ante este diario y explica que los estacionamientos están mal diseñados pues los autos no pueden “subir” a los cajones asignados.
“Dicen que ya entregaron a Ayuntamiento, a mí no me han entregado nada”, menciona Rodríguez
Basta revisar la zona habitacional para darse cuenta de que no existió planeación urbana, no hay un equipamiento urbano donde se pueda construir escuelas o iglesias: “la primaria más cercana está en Barranca Honda, y está saturada”, dice una de las vecinas.
VIVIR AL FILO DE LA BARRANCA…
Los vecinos de Galaxias La Calera describen así sus viviendas: se incendian, retiemblan, se desgajan las estructuras que las sostienen, se cuartean.
“Mire, ya no nos preocupa el drenaje pestilente e infeccioso a cielo abierto con miles de heces fecales diarias, ni nos preocupa tanto los continuos robos e inseguridad, ni los criminales, alcohólicos y drogadictos escondidos en las sombras del bosque; ni las arañas ponsoñozas, los ratones de campo, víboras, mosquitos de campo y alacranes de la zona. Tampoco nos da tiempo de pensar en los ensordecedores rayos que son atraídos por los árboles, ni la falta de señal en teléfonos y celulares, ni la poca recepción de señal televisiva, porque ahora nuestras preocupaciones son que en esta zona tan cercana a la falla sísmica del Tepozucjitl, venga el temblor que según los geólogos ya debería haber ocurrido”.
Estela de Gante Morales desalojó su vivienda, le dijeron que tenía que reubicarla porque la empresa Sare construyó su casa sobre una zona de riesgo. Vive en la calle Virgo, muy a su pesar, porque cuando le mostraron la “casa muestra” le prometieron otra vivienda en calle Cáncer.
Así le sucedió también a Regina Ramírez Martínez y a 100 personas más que les hicieron vivir al filo de la barranca.
“Nos preocupan las ratotas gordas bien alimentadas por las toneladas diarias de drenaje fecal a cielo abierto en nuestras áreas verdes, los moscotes y moscas de drenaje transmisores de infecciones y dengue, los malos olores y la inhalación de heces fecales secas y podridas. También las cuarteaduras, el derrumbe de los techos construidos con aislantes y que con una rama que les caiga sufrirían daños graves. Nos preocupa el temblor de las estructuras, las inundaciones, el hecho de que vivimos como sardinas; se desgajan los techos, se incendian las casas, se inundan, se escucha el roncar de los vecinos, el viento que azota las frágiles estructuras, la falta de transporte después de las 9 de la noche, la oscuridad”.
LOS QUE EMPUJAN LAS
CASAS A LA BARRANCA
El 18 de septiembre de 2006, la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales, en un oficio dirigido a Enrique Doger, le hace saber que los permisos para construir que solicita están en zona de riesgo, y es que el Programa de Desarrollo Urbano de la ciudad de Puebla consideraba al Cerro del Tepotzuchitl una zona de alto riesgo, ya que había fallas primarias y secundarias y manifestaban un importante riesgo sísmico potencial, cuyas consecuencias podrían resultar de muy alta consideración.
En el Oficio No DFP/4155 en 2006, la Delegación Federan de la PROFEPA en Puebla hace saber al presidente municipal Enrique Doger que se recibieron los oficios SAUOPE/709/2006 Y SAUOPE/0754/2006, mediante los cuales la Secretaría de Administración Urbana, Obra Pública y Ecología del Municipio de Puebla dio el estudio de impacto ambiental de la empresa Inmobiliaria Diarel S.A de C.V., para el proyecto denominado Ciudad Galaxia, La Calera, Cambio de Uso de Suelo de Terreno Forestal.
“...Es totalmente improcedente el cambio de uso de suelo forestal solicitado, por lo que se sugiere se niegue el mismo, debido fundamentalmente a que el proyecto propuesto compromete la biodiversidad, provocará la erosión de los suelos, el deterioro de la calidad del agua, así como la disminución en su captación, porque los usos alternativos del suelo no resultarán más productivos a largo plazo y porque la manifestación del impacto ambiental será de manera aislada y no en conjunto…
”…La SEDUOPE señala que el predio se encuentra muy cercano a la falla geológica del Tepozuchil y que la urbanización no sólo afectará al ambiente, sino que también se generarán las condiciones para futuros problemas y desastres en casos de sismo…”
El oficio además le explicaba a Doger que en el municipio existen un total de 263 especies nativas, de las cuales 15 son anfibios, 30 reptiles, 160 aves y 58 mamíferos.
Aún con la ley del ordenamiento territorial que prohíbe cualquier uso habitacional sobre o cercano a fallas o fracturas, los permisos fueron otorgados y las casas, construidas.
4 mil casas fueron edificadas en Galaxia la Calera, y los dueños de 2 mil de ellas interpodrán denuncias penales.
De acuerdo a oficios de Protección Civil Municipal, con número de expediente 050, firmados por Alberto Vivas Arroyo, con fecha del 3 de julio, se prohíbe que los niños jueguen en las casas porque fueron construidas en zona de riesgo, en barrancas.
“Vivimos en constante zozobra e incertidumbre, cuando llueve, graniza y caen truenos que son atraidos por la cercanía de los árboles, sentimos cómo retiemblan nuestras casas. Ya no sabemos qué es peor, si dejar que los niños estén afuera o adentro, esperando que se caiga la casa o que se abra el suelo”, dice un comunicado que los vecinos hicieron circular.
Ante Conagua, el 15 de julio de este año, a Manuel Beristáin Gómez le fue enviada una notificación de Rosa Ruiz Hernández para solicitarle “la información sobre la autorización a Ciudad Galaxia La Calera, la construcción de viviendas en esta zona de riesgo y si Conagua ya impuso sanciones al respecto”.
Rosa Ruiz vive sobre y en la parte trasera de la calle Virgo, en una de las casas que se encuentra marcada con números nones del 1 al 99, situación que comparte con las viviendas ubicadas en el Segundo Andador de Tauro, que en su parte trasera tiene un despeñadero.
Beristáin también es acusado por los vecinos de no clausurar ni sancionar las descargas de drenaje en esta barranca, a pesar de que una comisión de vecinos le hizo llegar una denuncia sellada de recibida por él. A pesar de la gravedad, el delegado de la Conagua, a la fecha, sigue ignorándolos, aunque les prometió que atendería de inmediato el gravísimo problema: “tal vez vengan cuando ya nos hayamos desbarrancado y solo para cambiar la nomenclatura a barranca-panteón infantil Virgo y Tauro, en lugar de calle Virgo y segundo andador de Tauro”.
Los vecinos señalan la responsabilidad en estos actos de corrupción a Francisco Castillo Montemayor y Juan Carlos Fernández Jasso, de la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales del estado, pues tampoco han clausurado y sancionado a esta inmobiliaria por la contaminación del medio ambiente con toneladas de heces fecales y descargas de drenaje de las más de mil familias que fueron defraudadas con la compra de lo que sería un ambiente sano.
AHORITA EL EX-GERENTE DE VENTAS DE GALAXIAS DE SARE, MIGUEL ANGEL REYES RUIZ YA TRABAJA EN CASAS GEO PUEBLA Y SIGUE EMBAUCANDO A INCAUTOS PERO AHORA BAJO EL COBIJO DE CASAS GEO ATTE. CARMINA
ResponderBorrar