La Historia de esos días

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23 de noviembre de 2009

Más de 6 mil 500 poblanos acudieron ayer al Distrito Federal a apoyar a AMLO

La Jornada de Oriente
MARTÍN HERNÁNDEZ ALCÁNTARA
En el tercer aniversario del movimiento de resistencia pacífica que encabeza Andrés Manuel López Obrador (AMLO), la columna poblana pasó lista de asistencia ayer en el zócalo del DF, aportando uno de los contingentes más numerosos de los que se congregaron en el epicentro público y político de la nación mexicana.
Los organizadores calculan que de los más de 100 mil prosélitos de AMLO que estuvieron ayer acompañando a López Obrador, unos 6 mil 500 salieron del territorio poblano.
José Luis Muñoz Díaz, miembro del Comité 1 del movimiento lopezobradorista, informó por la noche que el convoy de camiones poblanos fue de 160 vehículos, 64 de los cuales partieron de la Angelópolis.
En Tlaxala, abundó el activista, hubo 120 camiones que casi al total de su capacidad fueron al mitin de AMLO.
Desde las primeras horas de este 22 de noviembre decenas de camiones partieron de distintos puntos del territorio de Puebla hacia la capital del país: del centro, las sierras Norte, Nororiental, Negra y Mixteca iniciaron el viaje para encontrarse con el resto de los simpatizantes del “presidente legítimo”, cuyo poder de convocatoria no ha menguado, a pesar de las descalificaciones que le hacen sus enemigos en la derecha y los poderosos medios de comunicación que se les han alineado.
Al filo de las 10 de la mañana, los primeros contingentes poblanos avanzaban sobre las calles Francisco I. Madero y 16 de Septiembre hacia la gigantesca plancha de la plaza de armas de la ciudad de México.
Marchaban con entusiasmo integrantes de la Brigada Universitaria, las Redes Ciudadanas, de la Casa del Movimiento lopezobradorista, de los comités municipales del gobierno legítimo, Movimiento Nacional en Defensa del Petróleo y simpatizantes.
Se trataba de jóvenes, académicos, universitarios, amas de casa, obreros, empleados, activistas y muchos niños que portaban, orgullosos, playeras con insignias del movimiento, principalmente de la legendaria caricatura de AMLO que aparece con el pulgar en alto diciendo: “¡Sonríe!”.
Junto a los poblanos avanzaban otros contingentes oriundos de Jalisco, Campeche, Tabasco, Michoacán y Veracruz.
Resaltó un grupo de campesinos, la mayoría viejos, oriundos de Ixcaquixtla, Teziutlán, y otro que venía de la región de Tecamachalco. En un momento dado, antes de que comenzara el mitin, estos integrantes del movimiento de resistencia civil intercambiaron puntos de vista y acordaron establecer canales permanentes de comunicación para fortalecer la organización a favor del movimiento.
Porque desde antes de que el líder tabasqueño apareciera en el zócalo, muchos de los poblanos –y de sus prosélitos en otras partes del país– no hacían otra cosa que dialogar sobre la fuerza que mantiene al movimiento y que, a tres años del fraude perpetrado por la derecha en 2006, no sólo no ha decaído, sino que ha ganado más legitimidad y vigor, sobre todo porque los pronósticos de López Obrador sobre la debacle del país que hizo hace un trienio, se han venido cumpliendo.
Ahora, los seguidores de AMLO tienen un nuevo objetivo: trabajar arduamente para lograr un movimiento mejor organizado y de mayor fortaleza que compita exitosamente en los comicios presidenciales de 2012, esta vez previniendo y combatiendo en todos los ámbitos cualquier intento de trampa o fraude por parte del sistema.
Esta vez el enemigo a vencer, según dijo ayer el propio López Obrador, es el nuevo candidato de la mafia en el poder: Enrique Peña Nieto, el priista que es apoyado con una campaña propagandística sin parangón en Televisa:
“Por ejemplo, ya decidieron que el PAN no les funciona y lo han dejado de patrocinar. Con la mano en la cintura, han convertido a Calderón de pelele en chivo expiatorio. Ahora toda su apuesta es al PRI y a Peña Nieto, porque suponen que con esta nueva operación de recambio van a volver a engañar al pueblo para mantener y acrecentar sus privilegios”.
“Es evidente que Salinas actúa como de jefe de campaña de Peña Nieto, y que Televisa lo ha venido proyectando como se introduce al mercado un producto chatarra o como actor de telenovela. Es claro, pues, que Peña Nieto ya es el candidato de la mafia del poder en México. Y como ellos mismos saben, es este movimiento lo único que les hace frente y puede detenerlos.
“A eso se debe que no han parado de atacarnos. No hay un sólo día en que sus voceros en los medios de comunicación no hablen en contra nuestra. No sólo es el bloqueo informativo o que repitan, una y mil veces, que ya no representamos nada. Es la guerra sucia, la calumnia, las campañas de desprestigio, las vulgaridades, o de plano, decir que estamos locos”, expresó.
“Sin embargo, es un timbre de orgullo que, a pesar de que han querido destruirnos, no lo han logrado ni lo lograrán. Y no sólo porque aquí estamos, sino fundamentalmente porque las mujeres y hombres de este movimiento tenemos un profundo amor por nuestros semejantes y, más allá de alevosías y frente a todo tipo de adversidades, mantenemos la firme convicción de construir una sociedad más justa, más humana y más igualitaria”, abundó López Obrador.

Presencia del Sindicato Mexicano de Electricistas
De entre las columnas poblanas hubo una que especialmente provocó vítores, porras, aplausos y otras manifestaciones de apoyo de parte de otros contingentes: el numeroso grupo de trabajadores del Sindicato Mexicano de Electricistas (SME), que desde las primeras horas de la madrugada viajó de la región de Huauchinango y Nuevo Necaxa a la capital.
A su paso por la 16 de septiembre, algunos grupos, como el Movimiento Popular de Defensa de la Educación de Querétaro y la Liga de Profesionistas Liberales de Veracruz, les cedieron el paso, con aplausos y porras, en un gesto que pocas veces puede verse en concentraciones multitudinarias.
Varios de esos electricistas no regresaron a Puebla: se quedaron en la capital del país a iniciar, junto con otros compañeros, un ayuno para exigir la derogación del decreto que extinguió Luz y Fuerza del Centro.MARTÍN HERNÁNDEZ ALCÁNTARA
En el tercer aniversario del movimiento de resistencia pacífica que encabeza Andrés Manuel López Obrador (AMLO), la columna poblana pasó lista de asistencia ayer en el zócalo del DF, aportando uno de los contingentes más numerosos de los que se congregaron en el epicentro público y político de la nación mexicana.
Los organizadores calculan que de los más de 100 mil prosélitos de AMLO que estuvieron ayer acompañando a López Obrador, unos 6 mil 500 salieron del territorio poblano.
José Luis Muñoz Díaz, miembro del Comité 1 del movimiento lopezobradorista, informó por la noche que el convoy de camiones poblanos fue de 160 vehículos, 64 de los cuales partieron de la Angelópolis.
En Tlaxala, abundó el activista, hubo 120 camiones que casi al total de su capacidad fueron al mitin de AMLO.
Desde las primeras horas de este 22 de noviembre decenas de camiones partieron de distintos puntos del territorio de Puebla hacia la capital del país: del centro, las sierras Norte, Nororiental, Negra y Mixteca iniciaron el viaje para encontrarse con el resto de los simpatizantes del “presidente legítimo”, cuyo poder de convocatoria no ha menguado, a pesar de las descalificaciones que le hacen sus enemigos en la derecha y los poderosos medios de comunicación que se les han alineado.
Al filo de las 10 de la mañana, los primeros contingentes poblanos avanzaban sobre las calles Francisco I. Madero y 16 de Septiembre hacia la gigantesca plancha de la plaza de armas de la ciudad de México.
Marchaban con entusiasmo integrantes de la Brigada Universitaria, las Redes Ciudadanas, de la Casa del Movimiento lopezobradorista, de los comités municipales del gobierno legítimo, Movimiento Nacional en Defensa del Petróleo y simpatizantes.
Se trataba de jóvenes, académicos, universitarios, amas de casa, obreros, empleados, activistas y muchos niños que portaban, orgullosos, playeras con insignias del movimiento, principalmente de la legendaria caricatura de AMLO que aparece con el pulgar en alto diciendo: “¡Sonríe!”.
Junto a los poblanos avanzaban otros contingentes oriundos de Jalisco, Campeche, Tabasco, Michoacán y Veracruz.
Resaltó un grupo de campesinos, la mayoría viejos, oriundos de Ixcaquixtla, Teziutlán, y otro que venía de la región de Tecamachalco. En un momento dado, antes de que comenzara el mitin, estos integrantes del movimiento de resistencia civil intercambiaron puntos de vista y acordaron establecer canales permanentes de comunicación para fortalecer la organización a favor del movimiento.
Porque desde antes de que el líder tabasqueño apareciera en el zócalo, muchos de los poblanos –y de sus prosélitos en otras partes del país– no hacían otra cosa que dialogar sobre la fuerza que mantiene al movimiento y que, a tres años del fraude perpetrado por la derecha en 2006, no sólo no ha decaído, sino que ha ganado más legitimidad y vigor, sobre todo porque los pronósticos de López Obrador sobre la debacle del país que hizo hace un trienio, se han venido cumpliendo.
Ahora, los seguidores de AMLO tienen un nuevo objetivo: trabajar arduamente para lograr un movimiento mejor organizado y de mayor fortaleza que compita exitosamente en los comicios presidenciales de 2012, esta vez previniendo y combatiendo en todos los ámbitos cualquier intento de trampa o fraude por parte del sistema.
Esta vez el enemigo a vencer, según dijo ayer el propio López Obrador, es el nuevo candidato de la mafia en el poder: Enrique Peña Nieto, el priista que es apoyado con una campaña propagandística sin parangón en Televisa:
“Por ejemplo, ya decidieron que el PAN no les funciona y lo han dejado de patrocinar. Con la mano en la cintura, han convertido a Calderón de pelele en chivo expiatorio. Ahora toda su apuesta es al PRI y a Peña Nieto, porque suponen que con esta nueva operación de recambio van a volver a engañar al pueblo para mantener y acrecentar sus privilegios”.
“Es evidente que Salinas actúa como de jefe de campaña de Peña Nieto, y que Televisa lo ha venido proyectando como se introduce al mercado un producto chatarra o como actor de telenovela. Es claro, pues, que Peña Nieto ya es el candidato de la mafia del poder en México. Y como ellos mismos saben, es este movimiento lo único que les hace frente y puede detenerlos.
“A eso se debe que no han parado de atacarnos. No hay un sólo día en que sus voceros en los medios de comunicación no hablen en contra nuestra. No sólo es el bloqueo informativo o que repitan, una y mil veces, que ya no representamos nada. Es la guerra sucia, la calumnia, las campañas de desprestigio, las vulgaridades, o de plano, decir que estamos locos”, expresó.
“Sin embargo, es un timbre de orgullo que, a pesar de que han querido destruirnos, no lo han logrado ni lo lograrán. Y no sólo porque aquí estamos, sino fundamentalmente porque las mujeres y hombres de este movimiento tenemos un profundo amor por nuestros semejantes y, más allá de alevosías y frente a todo tipo de adversidades, mantenemos la firme convicción de construir una sociedad más justa, más humana y más igualitaria”, abundó López Obrador.
Presencia del Sindicato Mexicano de Electricistas
De entre las columnas poblanas hubo una que especialmente provocó vítores, porras, aplausos y otras manifestaciones de apoyo de parte de otros contingentes: el numeroso grupo de trabajadores del Sindicato Mexicano de Electricistas (SME), que desde las primeras horas de la madrugada viajó de la región de Huauchinango y Nuevo Necaxa a la capital.
A su paso por la 16 de septiembre, algunos grupos, como el Movimiento Popular de Defensa de la Educación de Querétaro y la Liga de Profesionistas Liberales de Veracruz, les cedieron el paso, con aplausos y porras, en un gesto que pocas veces puede verse en concentraciones multitudinarias.
Varios de esos electricistas no regresaron a Puebla: se quedaron en la capital del país a iniciar, junto con otros compañeros, un ayuno para exigir la derogación del decreto que extinguió Luz y Fuerza del Centro.MARTÍN HERNÁNDEZ ALCÁNTARA
En el tercer aniversario del movimiento de resistencia pacífica que encabeza Andrés Manuel López Obrador (AMLO), la columna poblana pasó lista de asistencia ayer en el zócalo del DF, aportando uno de los contingentes más numerosos de los que se congregaron en el epicentro público y político de la nación mexicana.
Los organizadores calculan que de los más de 100 mil prosélitos de AMLO que estuvieron ayer acompañando a López Obrador, unos 6 mil 500 salieron del territorio poblano.
José Luis Muñoz Díaz, miembro del Comité 1 del movimiento lopezobradorista, informó por la noche que el convoy de camiones poblanos fue de 160 vehículos, 64 de los cuales partieron de la Angelópolis.
En Tlaxala, abundó el activista, hubo 120 camiones que casi al total de su capacidad fueron al mitin de AMLO.
Desde las primeras horas de este 22 de noviembre decenas de camiones partieron de distintos puntos del territorio de Puebla hacia la capital del país: del centro, las sierras Norte, Nororiental, Negra y Mixteca iniciaron el viaje para encontrarse con el resto de los simpatizantes del “presidente legítimo”, cuyo poder de convocatoria no ha menguado, a pesar de las descalificaciones que le hacen sus enemigos en la derecha y los poderosos medios de comunicación que se les han alineado.
Al filo de las 10 de la mañana, los primeros contingentes poblanos avanzaban sobre las calles Francisco I. Madero y 16 de Septiembre hacia la gigantesca plancha de la plaza de armas de la ciudad de México.
Marchaban con entusiasmo integrantes de la Brigada Universitaria, las Redes Ciudadanas, de la Casa del Movimiento lopezobradorista, de los comités municipales del gobierno legítimo, Movimiento Nacional en Defensa del Petróleo y simpatizantes.
Se trataba de jóvenes, académicos, universitarios, amas de casa, obreros, empleados, activistas y muchos niños que portaban, orgullosos, playeras con insignias del movimiento, principalmente de la legendaria caricatura de AMLO que aparece con el pulgar en alto diciendo: “¡Sonríe!”.
Junto a los poblanos avanzaban otros contingentes oriundos de Jalisco, Campeche, Tabasco, Michoacán y Veracruz.
Resaltó un grupo de campesinos, la mayoría viejos, oriundos de Ixcaquixtla, Teziutlán, y otro que venía de la región de Tecamachalco. En un momento dado, antes de que comenzara el mitin, estos integrantes del movimiento de resistencia civil intercambiaron puntos de vista y acordaron establecer canales permanentes de comunicación para fortalecer la organización a favor del movimiento.
Porque desde antes de que el líder tabasqueño apareciera en el zócalo, muchos de los poblanos –y de sus prosélitos en otras partes del país– no hacían otra cosa que dialogar sobre la fuerza que mantiene al movimiento y que, a tres años del fraude perpetrado por la derecha en 2006, no sólo no ha decaído, sino que ha ganado más legitimidad y vigor, sobre todo porque los pronósticos de López Obrador sobre la debacle del país que hizo hace un trienio, se han venido cumpliendo.
Ahora, los seguidores de AMLO tienen un nuevo objetivo: trabajar arduamente para lograr un movimiento mejor organizado y de mayor fortaleza que compita exitosamente en los comicios presidenciales de 2012, esta vez previniendo y combatiendo en todos los ámbitos cualquier intento de trampa o fraude por parte del sistema.
Esta vez el enemigo a vencer, según dijo ayer el propio López Obrador, es el nuevo candidato de la mafia en el poder: Enrique Peña Nieto, el priista que es apoyado con una campaña propagandística sin parangón en Televisa:
“Por ejemplo, ya decidieron que el PAN no les funciona y lo han dejado de patrocinar. Con la mano en la cintura, han convertido a Calderón de pelele en chivo expiatorio. Ahora toda su apuesta es al PRI y a Peña Nieto, porque suponen que con esta nueva operación de recambio van a volver a engañar al pueblo para mantener y acrecentar sus privilegios”.
“Es evidente que Salinas actúa como de jefe de campaña de Peña Nieto, y que Televisa lo ha venido proyectando como se introduce al mercado un producto chatarra o como actor de telenovela. Es claro, pues, que Peña Nieto ya es el candidato de la mafia del poder en México. Y como ellos mismos saben, es este movimiento lo único que les hace frente y puede detenerlos.
“A eso se debe que no han parado de atacarnos. No hay un sólo día en que sus voceros en los medios de comunicación no hablen en contra nuestra. No sólo es el bloqueo informativo o que repitan, una y mil veces, que ya no representamos nada. Es la guerra sucia, la calumnia, las campañas de desprestigio, las vulgaridades, o de plano, decir que estamos locos”, expresó.
“Sin embargo, es un timbre de orgullo que, a pesar de que han querido destruirnos, no lo han logrado ni lo lograrán. Y no sólo porque aquí estamos, sino fundamentalmente porque las mujeres y hombres de este movimiento tenemos un profundo amor por nuestros semejantes y, más allá de alevosías y frente a todo tipo de adversidades, mantenemos la firme convicción de construir una sociedad más justa, más humana y más igualitaria”, abundó López Obrador.
Presencia del Sindicato Mexicano de Electricistas
De entre las columnas poblanas hubo una que especialmente provocó vítores, porras, aplausos y otras manifestaciones de apoyo de parte de otros contingentes: el numeroso grupo de trabajadores del Sindicato Mexicano de Electricistas (SME), que desde las primeras horas de la madrugada viajó de la región de Huauchinango y Nuevo Necaxa a la capital.
A su paso por la 16 de septiembre, algunos grupos, como el Movimiento Popular de Defensa de la Educación de Querétaro y la Liga de Profesionistas Liberales de Veracruz, les cedieron el paso, con aplausos y porras, en un gesto que pocas veces puede verse en concentraciones multitudinarias.
Varios de esos electricistas no regresaron a Puebla: se quedaron en la capital del país a iniciar, junto con otros compañeros, un ayuno para exigir la derogación del decreto que extinguió Luz y Fuerza del Centro.

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