Con Calderón, el grupo de Elba Esther Gordillo manejó 1.6 bdp de manera opaca: Aguayo

La Jornada de Oriente

ARTURO ALFARO GALAN
En los tres primeros años del gobierno de Felipe Calderón Hinojosa, el grupo político encabezado por la líder vitalicia del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), Elba Esther Gordillo, ha manejado recursos públicos entre 345 mil 785 millones de pesos y un billón 611 mil 771 millones; además, cada año miembros de su grupo –también ligado al Partido Nueva Alianza– han tomado decisiones sobre al menos 115 mil millones de pesos en todo el país, lo que representa más poder de decisión que los gobiernos del Distrito Federal o el estado de México, explicó el investigador del Colegio de México, Sergio Aguayo Quezada.
Durante su participación en el primero foro de Actívate por Puebla, realizado en la Universidad Iberoamericana Puebla (UIA), el investigador y defensor de los derechos humanos señaló que Elba Esther Gordillo –a quien identificó como una mujer no democrática– sólo pone en juego el valor “comercial” de los miles de profesores en el país a cambio de prebendas personales y de grupo.
Para ello, indicó que los principales indicadores de fuerza política son la cantidad de presupuestos, instituciones y cargos que controla cada grupo, las cuales son controladas por la líder del SNTE para después “explotar la receta tras la prosperidad”, que la ha llevado a imponer secretarios de educación y puestos públicos en diversos estados de la República, a cambio de “un poder superior al de muchos gobernadores”.
Ejemplo de ello, especificó en su ponencia, en los tres últimos años se han recibido 243 millones de pesos por transferencias de la Secretaría de Educación Pública al SNTE por cuotas sindicales; además entre 27 mil 443 millones de pesos y 785 mil 313 millones de pesos por el concepto de educación básica; y entre 58 mil 834 millones de pesos y 456 mil 824 millones de pesos por la educación que se imparte en las entidades federativas.
Incluso, documentó Aguayo Quezada, Elba Esther Gordillo y el SNTE han recibido entre 248 mil 497 millones de pesos y 346 mil 8 millones de pesos por las cuotas del ISSSTE; 638 millones de pesos por las participación en el Partido Nueva Alianza; entre 4 mil 751 millones de pesos y 4 mil 998 millones de pesos por la Lotería Nacional; y entre 5 mil 380 millones de pesos y 17 mil 747 millones de pesos por el Sistema Nacional de Seguridad Pública.
“Hay dos aspectos sobre los cuales no tenemos ninguna duda: cada año crece el poder de este grupo ligado a la maestra Elba Esther, cuyo éxito está muy ligado a la llegada del Partido Acción Nacional (PAN) a Los Pinos.
La maestra se aprovechó de la alternancia para modernizar el autoritarismo. A medida que fue resquebrajándose el presidencialismo centralista y autoritario, Elba Esther interpretó y aprovechó las oportunidades presentadas por la transición utilizando al magisterio organizado, que siempre fue uno de los operadores electorales del PRI y después pasó a manos del PAN, por las prebendas conseguidas”, apuntó en la UIA.
De acuerdo con Aguayo Quezada, la maquinaria magisterial del SNTE es la notable capacidad para mover, en unos cuantos minutos, a miles o centenares de miles de personas dispuestas a votar por quien se les ordene y esa decisión, “sólo está en el grupo de Elba Esther Gordillo”.
En su ponencia, el académico del Colegio de México señaló no compartir la idea de que no existe suficiente información pública, “al contrario hay de sobra, lo único que falta es que los ciudadanos nos apropiemos de ella y estemos dispuestos a defender nuestros intereses”.
Expuso que el hecho de que los ciudadanos no utilicen la información “se debe a que permanecemos sumidos en la mitología del pasado al creer que con sólo elegir a un partido distinto al PRI todo cambiaría”.
Finalmente, consideró que la sociedad tiene una gigantesca tarea en ese sentido, pues aunque tiene a su favor la información, es necesario utilizarla para cuestionar a la autoridad con mayor sustento y presentar exigencias mejor informados. “Es necesario usar esa información y cuestionar, por ejemplo, a los candidatos. Y después de las elecciones hay que dar el brinco. No sólo basta con hacer buenas preguntas, hay que vigilarlos, hacerles un marcaje constante para saber cómo gastan el dinero o para vigilar cómo votan y qué votan los legisladores, y ver si respetan o no su ideario”, concluyó.