La Jornada de Oriente
FERMÍN ALEJANDRO GARCÍA
En el PRD poblano literalmente no se sabe en dónde se postularon candidatos perredistas ni a quién se anotó. Esa desinformación en mucho se debe a que no se levantaron las actas –que se exigen de acuerdo a la normatividad del partido– de cada una de las nominaciones que hizo esta fuerza política de aspirantes a regidores, alcaldes y diputados locales. Y por medio de esa omisión se pudo colocar a priistas y panistas en lugares que correspondía al instituto del sol azteca de acuerdo con el convenio base de la coalición Compromiso por Puebla.
Esta situación también permitió que este fin de semana se hicieran cambios de candidatos de manera arbitraria, pues se quitó a varios perredistas de las fórmulas, sin que mediara una explicación o justificación, lo que ha incrementado el malestar entre las diferentes tribus del partido. Un caso que destaca: es Izúcar de Matamoros en donde el viernes fue desplazado Miguel Ángel Cervantes como aspirante a edil de la coalición Compromiso por Puebla, y fue sustituido por el ex priista Manuel Mastache.
Dicho cambio ha sido muy polémico debido a que el padre de Mastache fue alcalde y hace algunos años los pobladores le tomaron el palacio de gobierno y lo obligaron a dejar el cargo de edil bajo la acusación de malversación de fondos públicos.
Incluso en Izúcar de Matamoros se acuñó el término popular de “mostachazo” cuando la gente se inconforma con algún presidente municipal.
Ahí no termina la polémica, en la planilla se quiso incluir a una mujer que supuestamente fue bailarina en un table dance ubicado en al avenida Forjadores llamado Manhattan, el cual hace unos años era el sitio de moda. Además, Mastache en alguna ocasión pisó la cárcel por haber golpeado a un trabajador de la Comisión Federal de Electricidad.
Esos cambios han acabado de desconcertar a los perredistas de Izúcar de Matamoros, ya que siendo este municipio el principal bastión del PRD en el estado los miembros de ese partido fueron desplazados por el ex priista de mala fama.
La desinformación que priva en el PRD en mucho se debe a que en un par de ocasiones al presidente estatal del partido, Miguel Ángel de la Rosa, se le ha emplazado para que rinda un informe detallado sobre cómo postularon a miembros del partido en los espacios que le tocaron a la coalición opositora, y en ambos llamados ha entregado un reporte de apenas tres cuartillas que no especifica cuál fue la distribución real de espacios.
La primera vez se le pidió ese informe en la Comisión Política Nacional del PRD, a donde el dirigente entregó un escueto reporte y se negó a proporcionar mayores datos.
Ante esa actitud, el viernes de la semana pasada una comisión de cuatro integrantes de la Comisión Política Nacional se trasladó a la sede estatal del partido. Ahí, se volvió a emplazar a De la Rosa, quien de nueva cuenta entregó las mismas tres cuartillas, en un encuentro que acabó en la madrugada del sábado y poco sirvió para saber si es verdad que al PRD se le dio menos de la mitad de las 43 candidaturas a presidentes municipales que le tocaban.
Tampoco se sabe si en todos los 217 municipios del estado se incluyeron a perredistas en las planillas de regidores por parte de la coalición opositora.
El único dato relevante que se pudo obtener es que no se levantaron las actas de postulación de candidatos.
No se pudo determinar si esa omisión fue con dolo o por negligencia.
Los inconformes con las candidaturas, que no se reduce solamente al grupo de la legisladora Irma Ramos, tal como se ha querido hacer creer, tendrán que esperar hasta que el Instituto Estatal Electoral emita los listados definitivos de registros oficiales de aspirantes a ediles y planillas de regidores para saber cuál fue la verdadera presencia del Partido de la Revolción Democrática en la coalición Compromiso por Puebla.
Una vez que se conozcan esos datos, entonces los grupos inconformes podrán impugnar los registros y argumentar ante el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación que no se respetaron los derechos políticos de los perredistas y que no se les permitió ser candidatos a donde le tocaba postular al PRD a aspirantes a ediles.
Sin embargo, se antoja complicado que puedan proceder esas demandas, ya que cuando en el Consejo Estatal del PRD se votó a favor de la coalición, muchos de los participantes no se percataron de que se estaban dando amplias facultades a Miguel Ángel de la Rosa para decidir las candidaturas en la coalición formada por este partido con el PAN, Convergencia y el Panal.
Por tanto, una posible respuesta del tribunal electoral es que en el PRD no se condicionó que un órgano de gobierno del partido tenía que sancionar los acuerdos que Miguel Ángel De la Rosa tomara con las otras fuerzas políticas en la mesa de candidaturas de la coalición.
Más allá de ese resquicio legal, lo que se está poniendo en evidencia es que Miguel Ángel de la Rosa ha mostrado una actitud en la mesa de candidaturas de la coalición tendiente a defender los intereses de Rafael Moreno Valle Rosas, y no los del PRD.
Ese comportamiento arroja una luz de cuáles son las verdaderas filias y fobias del dirigente perredista, quien en 2006 fue echado de la Coparmex y él difundió que lo habían excluido de ese organismo privado porque era un empresario de izquierda que apoyaba a Andrés Manuel López Obrador cuando éste era candidato presidencial.
Ahora queda claro que este político nunca ha dejado de representar los intereses de la derecha.
Y eso explica que se haya acabando amoldando al proyecto de Rafael Moreno Valle Rosas, luego de que públicamente había dicho que prefería renunciar a ser presidente del PRD antes que aliarse con el PAN. Esa afirmación, es claro, no era más que un acto de demagogia, y en realidad siempre ha estado dispuesto a colaborar con la causa de Acción Nacional.
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