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Actualizada : 08 de Diciembre de 2010
Fotógrafo Rodolfo Pérez
por: Mario Martell
La izquierda diversa se congregó en torno al futurismo de Marcelo Ebrard Casaubón, quien optó por la ausencia como mecanismo de promoción.
La anhelada llegada del jefe de gobierno del Distrito Federal se cebó, aunque eso no inhibió el fervor de la izquierda “buena vibra” para aclamar en ausencia al candidateable de la izquierda anti-rijosa y clasemediera desde el mero mero hotel Camino Real en una combinación harto hibrida; por ejemplo, vino tinto y taquitos pasando por un video cachondón de la épica ebrardista.
Es más, la banda izquierdosa, esa medio jipiosa, buscachambas y regalona se ausentó para darle paso a gente apolítica y a los sectores difícilmente conquistables por los dogmas izquierdosos.
En su lugar, el flemático René Cervera García, presidente de la Fundación cien por ciento ebrardirsta Equipo, Equidad y Progreso, hizo la apología del santón con el que el PRD quiere llegar a Los Pinos.
En el Camino Real estuvieron lo mismo el hiperpriista Carlos Talavera que el priista ciudadanizado Enrique Doger Guerrero, o el alcalde municipal electo de Huauchinango, Omar Martínez Amador, y de paso su tío Alberto Amador Leal.
Pasando, por supuesto, por el diputado local electo Jorge Ruiz Romero, la legisladora convergente Carolina O´Farril y su detractor por antonomasia, el diputado José Benigno Pérez Vega, asiduo crítico de los excesos gobiernistas del PRD o del PT; también el legislador electo del PRD —tiro al blanco de sus antagonistas— Erick Cotoñeto, el mismísimo exniño naranja José Juan Espinosa Torres y el dirigente estatal del PRD Miguel Ángel de la Rosa Esparza, en una suerte de beatitud perredista.
Ese menú variadito alcanzó para el fundador del PARM, reliquia ideológica del PRI del siglo pasado, Rafael Zanim.
Los seguidores del jefe de gobierno de Distrito Federal ocuparon la Fundación Equidad y Progreso AC para impulsar el proyecto de Ebrard como aspirante a la candidatura a la presidencia de la República, entelequia deseable para la cúpula de las huestes políticas nacionales.
En el acto se nombró a Mario Miguel Carrillo Cubillas, hijo del exsecretario de Educación del Distrito Federal y actual asesor de Marcelo Ebrard, como representante de la fundación Equidad y Progreso en Puebla.
Mesurado y sin aspavientos, René Cervera García se refirió a los atributos de Ebrard Casaubón para ser el candidato natural de las fuerzas progresistas de México hacia Los Pinos.
El presidente del organismo a nivel nacional, René Cervera García, reconoció que la fundación respalda el proyecto político de Ebrard, aunque rechazó que la asociación sea una plataforma de promoción personal para el perredista.
Un par de videotes resaltando los logros de Ebrard en el Distrito Federal amenizaron esta suerte de tour en busca de la simpatía de la clase media y sectores afines a favor de su candidatura a Los Pinos.
Durante la presentación de las actividades que realizará la fundación Equidad y Progreso, su dirigente nacional, Cervera García, manifestó que la izquierda busca la unidad de todas las fuerzas progresistas en torno a un programa de gobierno en común.
Asimismo, Cervera elogió al jefe de Gobierno del Distrito Federal por su trabajo a favor de la sociedad:
"Marcelo ha externado sus aspiraciones, que son legítimas, pero en este momento construiremos una plataforma de unidad que es la que en el pasado dio la oportunidad a las fuerzas progresistas de ser altamente competitivas."
Cervera, voz autorizada de Marcelo Ebrard en el tema del 2010, trató de resarcir el desdén ciudadano hacia la propuesta política de la denominada izquierda poblana.
El acto a favor del ausente Marcelo Ebrard sirvió para respaldar al gobernador electo, Rafael Moreno Valle. El representante en Puebla de la fundación Equidad y Progreso, Mario Miguel Carrillo Cubillas, festejó al expriista, Rafael Moreno Valle como nuevo gobernador de Puebla.
Carrillo Cubillas respaldó al gobernador electo de Puebla, Rafael Moreno Valle. Y con un lenguaje cuidadoso, elogió al nuevo gobernante quien se encontraba ausente de la reunión.
El ambiente entre los seguidores de Ebrard fue optimista. La izquierda poblana mostró su “lado fresa” y sus ganas de resarcirse de los excesos mesiánicos de Andrés Manuel López Obrador, quien se sentía presidente de la república antes del proceso electoral del 2006, proceso al que siempre tildó de mero trámite para alcanzar la presidencia de la república.
La izquierda demostró que vale la pena ser Calvin Klein y que todo se vale con el fin de darle un puntapié al PRI menesteroso de siempre al que no hay que dejarle —en sea lógica de alianzas— darle la oportunidad de regresar a Los Pinos.
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