miércoles 7 de noviembre de 2007
VOTO CORPORATIVO
martes 20 de septiembre del 2005Línea SurJosé López Arévalo / Al kamarrada comunicólogo Sarelly Martínez Mendoza, quien fue aceptado, con lujo, en el Sistema Nacional de Investigadores (SNI).}VOTO CORPORATIVOElba Esther Gordillo, como cualquier líder charro, no tiene capacidad de llevar votos al PRI.Como bien los señalaron líderes de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE), “sólo manipula grupos de aviadores en el SNTE”.La pura verdad.Los liderazgos corporativos no tienen mayor peso. Son cascarones huecos a la hora de la emisión de votos.Todas las centrales sindicales son prueba de ello, los líderes van para un lado, las bases para otro. Cada ciudadano es un voto libre.Los que pueden garantizar el voto corporativo son pequeños grupos. No significativos.Se da mayormente en el campo, en las organizaciones agrarias, de todos colores y sabores. Donde la mayoría de una comunidad, democráticamente, subordina a sus minorías; no las respeta, aunque, como todos saben, el voto es secreto.Pero aun con eso el voto verde —así se le llama al que proviene del medio rural— dejó de ser significativo en este México urbano. Son las grandes urbes las que inclinan la balanza. Dan el triunfo.Cualquiera que amaga con votos corporativos está loco, y más loco estará quien le haga caso, quien le crea.Nadie puede garantizar los votos de una colonia; vamos, de una cuadra. Y, si queremos cerrar con broche de oro, sabemos que no se puede garantizar ni el voto de la familia. Bendita pluralidad.
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