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16 de mayo de 2012

Presume PGJ deudas como causa de desaparición de catedrático de la BUAP

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Por Diana Jiménez 
Martes, 15 de Mayo de 2012 | 21:30
Un asunto de deudas económicas es la principal línea de investigación que tiene la Procuraduría General de Justicia (PGJ) sobre el posible homicidio de Amando Martín Mendoza Velázquez, catedrático investigador de la Facultad de Medicina de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP), quien no ha sido localizado desde que desapareció el pasado 10 de abril.
De acuerdo con las investigaciones de la dependencia, el profesor fue privado de la libertad por cuatro sujetos que lo asesinaron, tres de los cuales están detenidos y arraigados, mientras que uno más está prófugo y al parecer se trata del autor intelectual del crimen.
Las versiones extraoficiales señalan que, aparte de sus múltiples ocupaciones académicas, el docente se dedicaba a la venta de material para la crianza y explotación lechera de las vacas, así como de maquinaria para la ordeña.
Mendoza Velázquez habría comercializado esto con uno de sus clientes, quien le firmó varios pagarés, pero no saldaba la cuenta.
Derivado de ello, se sospecha que el individuo decidió deshacerse del investigador en complicidad de los otros tres sujetos.
Trascendió que los probables responsables obligaron al catedrático a llevarlos hasta su domicilio, con el fin de recuperar los pagarés, y de lo cual existiría un video captado por la cámara de vigilancia del inmueble.
Según las averiguaciones, las autoridades ministeriales rastrearon una última llamada que hizo el profesor y a través de ella pudieron ubicar a los ahora detenidos en la localidad de Santa Ana Xalmimilulco.
Durante un cateo judicial, los agentes de la Policía Ministerial encontraron algunas pertenencias del profesor, como su camioneta Ford Ranger, color rojo, una agenda personal, un portafolios negro y diversos documentos bancarios.
Sin embargo, el vehículo presentaba modificaciones, pues tenía los vidrios polarizados y al parecer fue pintada, ya que presumiblemente pretendían comercializarla.
Entre otras propiedades que no se hallaron fueron documentos personales, una computadora laptop, una cámara fotográfica y un proyector de imágenes. Estos tres últimos aparatos al parecer fueron vendidos.
Tras la detención de los tres sospechosos, éstos habrían manifestado en sus primeras declaraciones que mataron a Mendoza Velázquez y abandonaron el cadáver en un paraje cercano al aeropuerto de Huejotzingo.
Este fin de semana, la Policía Ministerial implementó un operativo y recorrió la zona indicada, pero no encontró los restos del maestro.
La dependencia no ha proporcionado los nombres de los detenidos y ha mantenido hermetismo respecto a este caso, incluso con los mismos familiares de Amando Mendoza, a quienes no ha confirmado que fue asesinado, sino que se ha limitado a decirles que continúa desaparecido y les da esperanzas de que puedan encontrarlo vivo.

“Amando tenía mucho que dar a la universidad”
Aunque la PGJ no ha corroborado de manera oficial el deceso de Amando Mendoza, la familia, algunos amigos y compañeros del maestro se encuentran preparados para recibir esa noticia.
Los profesores y personas que lo trataron lo recuerdan como un académico destacado, sumamente responsable y metódico. Un hombre agradable y nunca conformista, que siempre conseguía ser exitoso por sus propios méritos. Era apasionado y estaba completamente entregado en su trabajo, en el estudio, en la docencia y en el activismo político y social, en los cuales se desenvolvía desde hace más de 20 años.
Guillermo López Mayo, secretario general del Sindicato Único de Trabajadores de la BUAP (SUNTUAP),  manifestó que para él significaba una persona muy valiosa, no sólo por su forma de ser sino porque como miembro del sindicato era uno de los principales líderes y era quien mejor expresaba las opiniones de esta organización.
Tenía un gran don de oratoria, era muy solidario y un gran amigo. Sin embargo, era muy reservado con su vida personal y nadie sabía nada de él en ese aspecto.
No buscaba problemas con los demás, salvo que fuera para defender los derechos de los académicos y estudiantes. Por ello, hace años fue perseguido por las autoridades universitarias a causa de su lucha social y política.

Trayectoria
Amando Mendoza estudió la licenciatura de Medicina Veterinaria en la BUAP, estudió una maestría en Educación e hizo un doctorado en Ciencias Veterinarias en la Universidad de Camagüey, en Cuba. Además, era integrante del SUNTUAP desde aproximadamente 1980.
Entre los años 1983 y 1984 laboraba en la Facultad de Medicina Veterinaria, en el municipio de Tecamachalco, donde era el encargado de la posta zootécnica.
En esa época, el profesor participó en una lucha intensa contra la gestión del ex rector Alfonso Vélez Pliego, pues peleó junto con sus compañeros y alumnos porque los comedores estudiantiles fueran administrados por el mismo personal de la universidad y no por gente externa.
Debido a su constante activismo, fue detenido durante el sexenio del ex gobernador Mariano Piña Olaya, aunque legalmente no hubo motivos para ser acusado y lo liberaron.
Al continuar con su lucha, en 1993 fue despedido con nueve docentes más, presuntamente por órdenes del ex mandatario Manuel Bartlett Díaz.
Amando tuvo apoyo de otros académicos y estudiantes, por lo que en 1998 hizo una huelga de hambre a la que se sumaron otros 20 maestros despedidos.
Mediante un convenio con la universidad, y tras la intervención del gobierno federal, el movimiento logró que muchos catedráticos, entre ellos Amando, fueran reinstalados.
En ese año, Amando fue ubicado en la Facultad de Medicina, donde hasta el pasado mes de abril continuó trabajando como jefe del Proyecto Vivario y daba clases de Embriología. Aunado a ello, los sábados impartía un diplomado de Medicina Veterinaria en Tecamachalco y tenía un proyecto de investigación financiado por el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt).

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