Hemeroteca electrónica
Observatorio de medios
________________________________________________Milenio Puebla
Los Conjurados
Erika Rivero Almazán
2010-08-03•Política
Como suele ocurrir en la mayoría de las ocasiones, no existe peor devastación que la provocada por ‘el fuego amigo’, y éste ya se prendió en el ayuntamiento que presidirá Eduardo Rivera, causando sus primeros estragos aun cuando supuestamente está de vacaciones.
Resulta que el cabildo panista empezó a operar, pero en contra de Rivera.
Me explico: la conformación de la fracción panista de regidores estará compuesta por 9 integrantes, de los cuales, aunque usted no lo crea, la mayoría no pertenecen a la ultraderecha, y por tanto no responden a la incondicionalidad del próximo alcalde de Puebla.
El próximo cabildo de los azules quedará armado de la siguiente manera: al grupo del senador Humberto Aguilar Coronado corresponden 5 regidores: Jaime Zurita García, Pedro Gutiérrez, José Luis Carmona, Carlos Ibáñez y Patricia Tomé. La corriente de la ultraderecha –o sea, de Eduardo Rivera–, será representada por 3 regidores: Matías Rivero, que se supone será el coordinador de la bancada, Marcelino León y Míriam Mozo; mientras que la única representación de Ana Teresa Aranda será Irma Adela Fuentes.
Así, la fracción de regidores blanquiazules estará conformada por una mayoría ‘tigrista’, y el resto de los regidores de los partidos que integraron la "Coalición Compromiso por Puebla" responderán a los intereses de sus respectivas siglas antes que a la línea que dictará Eduardo Rivera.
Obviamente, la línea priista seguirá su propio rumbo, y por como se ha comportado en otras administraciones panistas, la fracción tricolor se perfila como combatiente y ácida en contra del gobierno blanquiazul.
En pocas palabras, lo primero que deberá tener en cuenta el próximo edil de Puebla es que se enfrentará a un cabildo que no le será incondicional, y con el que deberá aprender a negociar... en el mejor de los casos.
¿El peor escenario?
Es que el cabildo se convierta desde el inicio de la administración en una "cena de negros": cada fracción cuidando y defendiendo su parcela del dominio de la representación de seis partidos a la vez; eso sin contar con la ya de por sí dividida fracción panista.
Los números fríos lo dicen todo: los únicos leales a la causa yunquista son 3, y el resto son panistas críticos, que por lo general se han opuesto a la manera ideológica totalitaria con la que se suele conducir la ultraderecha. Igualito que hace 40 años, en donde la lealtad y la obediencia se premian antes que la capacidad, y en donde el preferible perder el poder a perder el partido.
Tal vez sea por este motivo que la visión miope de Matías Rivero considera mejor empezar a poner piedras en el camino, para que sus otros compañeros regidores de partido, principalmente los ‘tigristas’, sean segregados de ocupar las carteras más importantes en la coordinación de las comisiones. Ello a pesar de que, dicho sea de paso, son quienes cuentan con mayor preparación, tanto en campaña como en cuestiones partidistas y de gobierno (a excepción de Patricia Tomé, que sólo en su casa la conocen).
Además, Matías Rivero está reuniéndose con parte del equipo de Eduardo Rivera y de algunos panistas, sin la autorización del próximo alcalde y sin tomar en cuenta al resto del grupo blanquiazul.
Definitivamente, no hay peor adversario que el "fuego amigo", porque este tipo de conducta sectaria es la más dañina para cualquier equipo, sobre todo hablando de política.
¿Qué no se dará cuenta Matías Rivero que, lejos de ayudar a su jefe, ya le empezó a poner piedritas en el camino?
Y sobre todo cuando el camino ya está pedregoso y no tiene el dominio del terreno.
losconjurados76@hotmail.com
No hay comentarios.:
Publicar un comentario